Se citaron para oírse y el encuentro resultó espléndido al decir de los presentes, toda una armonía entre músicas y letras en lo vivido en la posada, si es que me lo permiten decir así. La posada era el magnífico Auditorio del Conservatorio de Bilbao Juan Crisóstomo Arriaga donde se ofreció un Recital Poético Musical conjunto, de entrada libre y abierta para quienes quisieran asistir, en el que, como fruto del convenio de colaboración establecido entre ambas entidades culturales, veintiún rapsodas de la Asociación Artística Vizcaína recitaron sus poemas con el acompañamiento de dos formaciones musicales compuestas por los alumnos del Conservatorio: Javier Blanco (oboe) y Conor Kilbrige (flauta) por un lado; y Gabriel Mínguez (oboe) Izaro Almodóvar (fagot) y Shota Oniani al piano, con la ayuda de la guitarra clásica de Beñat Muniozguren. Todos ellos se encontraron, insisto y si me permiten el juego literario, en la posada de la Granja de Segovia, que inspiró a Miguel de Cervantes, una hermosa ficción.

La colaboración establecida, en 2017, entre el Conservatorio Juan Crisóstomo Arriaga, constituido en 1919 por la Diputación Foral de Bizkaia, y la Sección Poética de la Asociación Artística Vizcaína, que este 2025 celebra el 80 Aniversario de su constitución (el 9 de mayo de 1945, en el Hotel Carlton de Bilbao, para dedicarse al fomento del Arte y la Cultura en el Territorio Histórico de Bizkaia), es la que ha dado lugar a la organización de estos recitales conjuntos, que podrían estar inducidos por el hecho de que en la mitología griega la Música y la Poesía comparten en Apolo al mismo dios protector, con su lira en ristre, y cuya séptima edición, tras el inevitable parón pandémico, se disfrutó ayer.

Apolo era considerado un dios polifacético, con diversas facetas que lo hacían influyente y venerado. Fue conocido, como les dije, por su asociación con la música y la poesía, pero también con la curación, el tiro con arco y la luz solar, amén de la belleza, la inspiración artística y la creación literaria. ¡Ahí queda eso!

Lo vivido ayer fue el ecuador de una tour de resistence de la sección poética de la Asociación Artística Vizcaina, habida cuenta que el pasado domingo aprovecharon la efeméride del Día de la Madre para realizar un recital musical que llenó la capilla del cementerio de Bilbao y que hoy rendirá tributo a Luis de Castresana, miembro de la Asociación Artística que fue, junto con Blas de Otero, quienes dieron cuerda a la sección poética.

Regresemos a lo vivido ayer en el conservatorio. Junto a los músicos invocados aparecieron poetas y rapsodas de la talla de Loly Rubio, José Ramón López, ‘Misere Josephe’, María Ángeles Pérez, José Luis González Marcos, María José Rodríguez, Fernando Zamora, Aurora Bolzoni, Miguel Ángel Manjón, Carma Alberti, Begoña Iribarren, Blanca Quinquero, Francisca Nieto, Isamar Martín, Andoni Galán, María José Domínguez, Miguel Rayo, Lydia Martín Acosta, Keni Orue, José Serna Andrés y Carmen Díaz, voces, todas ellas, que poblaron de declamaciones el auditorio.

Les escucharon con fija atención y emoción por lo que sonó gente como Juan Aranguren, Idoia Idigoras; el literato Antonio Ligero, Carmen Olabarria, José María Olaizola, José Luis González, Edurne Bilbao, María Ángeles García, Esperanza Pardo, asidua a un sinfín de actos del Bilbao cultural, María Luis Hernández,. María José Agirre, el joven Garikoitz Pereda. Ander Izagirre, Madalen Pastor, Arantza Mendibelzua y otra mucha gente amante de las artes. Entre ellos se valoraba el gesto realizado por Iñaki García Ergüin quien ha regalado a la Asociación Artística Vizcaína un Dibujo Conmemorativo del 80 Aniversario realizado para la ocasión, del que la propia Asociación piensa hacer litografías para el recuerdo.