Se avecina una batalla sobre las aguas, todo un clásico sobre la ría, la 43ª edición de la regata Ingenieros-Deusto que por primera vez en su historia permitirá que las mujeres suban al bote, cualquiera de los ocho. Así lo anunció José María Gorostiaga, el presidente de Pride, en la celebración del desafío que tuvo lugar en el Itsasmuseum que patronea Jon Ruigómez. Asombró el anuncio por inesperado, al tiempo que también se hacía público que Eva Ferreira será la madrina del bote de Ingenieros y José Ignacio Goirigolzarri el de Deusto. A los primeros les entrena Iñigo Martínez de Alegría y a los tomateros de Deusto, permítanme decirlo así, Maialen Mielgo.
Revisemos las páginas de la historia. Es costumbre que los dos botes se citen en primavera y que se crucen discursos desafiantes antes de arrojarse los remos (usar un pistolón de postas está en desuso y es una fea costumbre...) y es bien sabido que no hay otro premio para el ganador que el orgullo bien inflamado.
Tradición, les decía, habida cuenta que la regata Ingenieros - Deusto es una competición de remo universitario y, por tanto, completamente amateur; que la modalidad elegida es el banco móvil y en concreto los outriggers olímpicos de ocho bogadores y timonel; que la regata se disputa en la ría de Bilbao, sobre un recorrido de cuatro millas náuticas (7.408 metros) y que siempre se inicia en Erandio y se acaba en Bilbao, ante el Ayuntamiento de la villa. La competición tiene carácter anual y su celebración, desde su fundación en 1981, como les dije, solo se ha interrumpido en 2020 y 2021 debido a las restricciones por covid-19.
Las tradiciones también tienen sus curiosidades. ¿Quieren una? Por ejemplo que tiene derecho a elegir orilla el equipo que no resultó vencedor el año anterior y que las orillas tienen sus nombres propios para evitar confusiones. Se llama orilla Norte a la que corresponde a la margen derecha de la ría y orilla Sur a la de la margen izquierda. Estas y otras particularidades se recogen en la Convención, que es como se llama el reglamento base. En el acto se sorteó, como acostumbra, el derecho a elegir calle utilizando una moneda de dos pesetas acuñada durante la República por el Gobierno vasco.
Se produjo el desafío, como les dije, en el Itsasmuseum, en presencia de autoridades de las aguas como Kepa Odriozola y Pedro Barreiro; Nora Rodríguez, gerente del Pride; Juan Puig, Fernando Asenjo, Pello Azpitarte y Guillermo Ranero, entrenador del bote de Deusto, por una calle; Ester Zuza; el director de la Escuela de Ingenieros, Charles Pinto, y Natalia Alegría, por la paralela. Todo eran miradas cordiales pero el gusanillo, se intuía, iba por dentro.
De rojo vistieron Amaia Villanueva, Paula Flores, Magali Ercilla, Anton García y Mikel Martín, en nombre de Deusto y de azul ingeniero Iñigo Martínez de Alegría, Martin Puig, Itziar Martínez de Alegría, Paula Díaz y Manex Martínez de Alegría entre otros. A la cita tampoco faltaron Ibon Areso, Luis Aretxabaleta, , Antonio García, José Mora, Aitor Alonso y un buen número de gente vinculada a las artes sobre la mar.
Les recuerdo que este año leyó su desafío en primer lugar primero Ingenieros, como tripulación no ganadora de la anterior edición, ávida de victoria. Contó con el apoyo de su madrina, Eva Ferreira, profesora de estadística y rectora de la Universidad del País Vasco en el periodo 2021-2024. Deusto aceptó el reto seguramente sin mostrar miedo al envite y recogerá el remo lanzado por Ingenieros, arropado por su padrino José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Deusto Business School (DBS). Entre los presentes flotaba el gen de la satisfacción al constatar la noticia de que los botes han corregido la anomalía de la ausencia de mujeres a los remos. Podrán constituir ochos solo masculinos, solo femeninos o mixtos, una decisión muy bienvenida.