Resulta que Olentzero, ese carbonero cascarrabias y rústico que se vuelve bonachón cada Navidad, nos ha salido un gran aficionado a los musicales. ¡Quién lo podría sospechar! Ayer estuvo a un tris nuestro compañero gráfico Oskar González de retratarle cuando, entre las sombras, se perdía junto a Maridomingi, por el foyer del Teatro Arriaga rumbo a su localidad. Poca luz para fotos.

La prueba de que el genio de la Nochebuena es fan del musical, y en especial de Charlie y la Fábrica de Chocolate, no se reduce unicamente a su presencia en la sesión de las cinco de la tarde de ayer en el gran teatro bilbaino. Va mucho más allá.

Anteayer, ayer y hoy ocupan platea y palcos cientos de familias a quienes Olentzero, en algunos casos incluso Papá Noel, les dejó un lote de entradas bajo el árbol. O dentro de los calcetines de lana de colores.

Eso fue lo que le sucedió a la ilusionada Marina Aragunde, que vino ayer desde Gasteiz junto a sus mayores, Alberto Aragunde, Ana Isabel y Lide Ruiz. Olentzero sabía lo que se hacía, porque a la familia al completo le gusta el teatro.

¿Y qué decir de la galdakoztarra Danele Jordán? Según su ama, Oiane Gorostiaga, “ha visto la pelí diez o doce veces, le encanta”. Con aita, Ruben Jordán, y el más tímido Aimar, iban dispuestos a disfrutar de la historia interpretada esta vez por personajes que se pueden tocar.

Lucía Velarde y su aita José Ángel se declararon incondicionales del musical. “Lucía volvió a ponerse la peli anteayer para tenerla fresca”, reveló José Ángel.

Esa era la tónica general. El eurovisivo Daniel Diges encabeza un numeroso elenco. El encanto de Willy Bonka ha alcanzado un hito que es cualquier cosa menos algo pequeñito: arrasar con las entradas. Las dos funciones diarias, que levantarán hoy el telón por última vez en Bilbao, se han realizado a aforo completo. Puede deberse al talento del autor de la narración, el escritor británico Roald Dahl; al campo sembrado por la película de Tim Burton interpretada por Johnny Depp; o al tirón del propio Daniel Diges. Sin olvidar el factor Olentzero, claro.

Sea como fuere, peques y mayores siguen las andanzas, cantadas y bailadas, de imberbe Charlie Bucket y otros cuatro ganadores del famoso billete dorado. Conocen a los trabajadores de la fábrica, los Oompa-Loompas, y se asombran ante cascadas de chocolate y ardillas locas.

Entre quienes asistieron ayer, el concejal de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Ochandiano, con Pilar Sorando, y sus hijos Pablo y Xabier. También acudió la exalcaldesa de Plentzia, Isabel Zarauza, en compañía de su hija, Patricia Franks, y su nieta, Natalia Franks. “Quedamos todas las navidades para ver un espectáculo, lo llamamos el Día de las Matroskas”, revela Patricia, “porque yo he estado dentro de ama y Natalia dentro de mí”.

Leire y Eider Iraeta llegaron con Valentina Cuello, Edurne Usubiaga, Guadupe Cadenas y Aintzane López formando un animado grupo de abuelas, nietas y amigas.

Ricardo Delfa e Isabel Sierra, dados a la melomanía, se acercaron desde Laudio junto a la familia de su hija, formada por Isabel Delfa y Estíbaliz y José Gabriel Risco, provenientes de Manacor, en la isla de Mallorca.

De Laudio eran también María Ángeles González y Roberto y Ainize Espiro. De durangaldea, concretamente de Iurreta, Uxue Mantzizidor, con el juvenil trío formado por Katrin, Xuban y Lur Olabarri. De Bermeo, Leire Zuazo e Iraia Larruzea, que se sacaron un selfie en el atrio del Arriaga.

La taiwanesa Jennifer Chang, propietaria de una academia de inglés, y la china Chun Pei Lin, profesora de mandarín, se presentaron con media docena de alumnos chino-bilbainos de ambos centros. Peques que hablan mandarín, inglés, castellano y euskera. Normal que Olentzero les regalara las entradas.