MARÍA Loizaga estaba pletórica. La lehendakari de la junta de Indautxu veía cómo su batzoki abría puertas de nuevo tras un año cerrado y 10 meses de obras. “Hemos realizado una rehabilitación total, eliminando cambios de nivel en el interior; es una pasada cómo ha quedado”, explicaba. Y añadió que “además, se come muy bien; lo puedo decir porque yo ya lo he probado”. Con el gesto, Loizaga dejaba ver que alguna ventaja debía tener haber estado dentro del batzoki en obras día tras día. “Jon cocina muy bien, Imanol es un gran jefe de sala y Koldo e Israel saben lo que se hacen en la barra” concluyó con expresión de confianza en el equipo.

A media altura de la peatonal Particular de Indautxu, con animado gentío frente a la puerta, y con la presencia del presidente del Euzkadi Buru Batzar del EAJ-PNV, Andoni Ortuzar; la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa, y el alcalde, Juan Mari Aburto, el protagonismo de la reapertura fue para María Jesús Berrojain y Alfredo Porto, dos de los más veteranos afiliados de Indautxu. Ocuparon un lugar central en el acto. Y Porto, antiguo lehendakari de la junta, fue quien, cuidadosamente, izó la ikurriña y trabó, con mimo, a la cuerda en su arandela para asegurarse de que ondeara en lo alto.

A los sones del txistu y el tamboril de Beñat Izagirre bailó el aurresku de honor Gorka Mostajo. Y luego fue interpretado, como un coro bien afinado, el Gora ta Gora.

Asistieron la concejala Itziar Urtasun y los ediles Juan Ibarretxe, Asier Abaunza o Gonzalo Olabarria.

Acudieron el presidente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, Kepa Odriozola; el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala; o el coordinador general de delegados del Athletic Club, José Ángel Pereda.

Del Bizkai Buru Batzar estuvieron Miren Araneta, Leixuri Arrizabalaga, Maitane Leizaola, Ana San Nicolás, Aitor Landa y Humberto Perea.

Acompañaron a María Loizaga, Olga Zulueta y Jorge Ayo, de Bilbao Centro; Jon Zarate, gerente de Bilbao Dendak; la actriz Marta Urcelay; o el hostelero Adolfo de Andrés, del Goizeko Kabi.

No faltaron jóvenes como Ainara Garcés, Aitxiber Díez, Iratxe Mendibil, Marta Peláez, Begoña Silva, Leire Peña o Ander Villar.

Se acercaron Iñigo Zubizarreta, César Ibarretxe, Iñigo Urrutia, Mikel Etxebarria, Roberto Bueno, Javi del Río, Edurne e Irantzu Cotillas, Félix Cano, Conchi Herrán, Lierni Lizaso, Eider Inunziaga, Ricardo Martín, Javier Barco, Aitor Vivanco, Kristina González o Vanessa Pérez.

La mayoría entró a tomar algo y a curiosear la reforma. Alfredo Porto salío pronto, vaso un mano y una sonrisa. Le había hecho ilusión izar la ikurriña. Y reconoció que esperaba que algún día le tocara. “Pero cuando fuera más mayor, ahora solo tengo 76 años... pero no lo pongas, que todos piensan que soy mucho más joven”. Genio y figura.