UÉ una maravilla en los campos de las artes, donde la galería Lumbreras que hoy dirige Begoña Lumbreras, dicho sea con permiso de Juan Manuel Lumbreras, gobierna las tierras de las cultura que abarcan un hermoso mundo. No por nada, bajo el título La Pintura Silenciosa se presentaron diez artistas pertenecientes a "la estirpe de los pintores parcos, escuetos, despojados y ascéticos" en palabras de Juan Manuel Bonet, una vida de artistas que por lo general llevan una vida silenciosa, apartada del ruido contaminante del mercado del arte, que posibilita la creación de una obra silenciosa y pausada, intelectual y poética.

Con la Mirada Lenta invitaron a todos los amantes de la buena pintura a desviarse de la visualidad de todo un torrente de imágenes digitales ante las que nadie se detiene a observar, acudiendo a la galería para recuperar la mirada presencial sobre la pintura, un mirar lento y sosegado que nos permita establecer un diálogo íntimo y personal, gozoso y gratificante. Los artistas que participaron en esta exposición de una gran amplitud fueron gente de alta generación como Damián Flores, Gonzalo Sicre, José María Mezquita, Juan Carlos Lázaro, Marcelo Fuentes, Melquiades Álvarez, Miguel Galano y Rosa Artero, hombres y mujeres de primera división y de alta magnitud. Con Begoña y Juan Manuel Lumbreras como les dije, como los anfitriones de una exposición celebrada en la calle Henao, vivieron un mundo en el que los asistentes se dieron un paseo cargado con las mil y una maravillas plasmadas sobre los oleos expuestos, A lo largo de la tarde todo tuvo su por qué.

Digamos que bajo el título La Pintura Silenciosa presentaron el trabajo de diez artistas pertenecientes a "la estirpe de los pintores parcos, escuetos, despojados y ascéticos" en palabras de Juan Manuel Bonet. Artistas que por lo general llevan una vida silenciosa, apartada del ruido contaminante del mercado del arte, que posibilita la creación de una obra silenciosa y pausada, intelectual y poética.

Con La Mirada Lenta la galería invita a todos los amantes de la buena pintura a desviarse de la visualidad de ese torrente de imágenes digitales ante las que nadie se detiene a observar, acudiendo a la galería para recuperar la mirada presencial sobre la pintura, un mirar lento y sosegado que nos permita establecer un diálogo íntimo y personal, gozoso y gratificante. Testigos de todo cuanto les cuento participaron en la tarde María José Darriba, Jesús Cañada, José González, Ana Undurraga, Mireia Bordel, Javier Otxoa; Clara Álvarez y Víctor Gómez con algunos de los presentes, Diego Meléndez, Miguel Zuluaga, Juan Carlos Lázaro, Juan Reyero, Carlos Vidarte , Juan Carlos Martínez, Mercedes Zubizarreta, María Ángeles Etxebaria, Ana Alonso, José Luis Madariaga, Arantza Ballesteros, Julián Orbegozo, María Jesús Hernández, María Luisa Arteaga, José María García, de nombre igual que el legendario locutor radiofónico, Miren Zulueta y una gente con interés. Los artistas muy reconocidos dispusieron de un gran espacio donde poder exhibir obras de formatos colosales; todas sus bellas artes.

La galería Lumbreras acogió una muestra bajo el título 'La Pintura Silenciosa' con diez artistas de alta generación