an pasado diez años ya desde que en diciembre de 2011 comenzase la demolición del histórico edificio del RAG, con su reconocible gasolinera urbana en los bajos. Tampoco quedan los barriles de vino de la Alhóndiga, el edificio que le miraba a los ojos. Hincó la rodilla. El único rastro que queda de su presencia en la villa es la réplica en bronce de la escultura de Joaquín Lucarini que adornaba la fachada por encargo de la familia Acillona, y que representa a una fama -ser mitológico portador de buenas noticias- con un volante en las manos.

Aquel solar que tanto aire industrial gastó es hoy un edificio residencial en cuyos bajos, de elegante factura, se sitúa el espacio del que hoy vengo a hablarles. El Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología, (ICQO) que impulsan Juan Durán de la Colina y Javier Araiz Iribarren, es el mayor centro privado de oftalmología de Euskadi y con 26 años de actividad, acaba de inaugurar, oficialmente su nueva clínica en el centro de Bilbao, a la que se ha trasladado este verano. Justo ahí, donde antaño estuvo el RAG. A la puesta de largo le dieron su bendición institucional la consejera de Salud, Go-tzone Sagardui, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, junto a otras autoridades como la concejala de Salud y Consumo de Bilbao, Yolanda Díez, y el subdelegado del Gobierno, Vicente Reyes.

No hay que quitarle el ojo a un espacio así. No en vano, nada más entrar uno tiene la sensación de acceder al Enterprise o cualquier otra nave espacial. Es un canto a la modernidad que ha lanzado una apuesta por la alta especialización en un órgano tan delicado como los ojos y un sentido tan esencial como la vista. Se trata de unas instalaciones de cerca de 2.000 metros cuadrados, que se dividen en dos plantas (planta baja y planta -1), además de dos entreplantas en el que han invertido 8 millones de euros para su construcción, trasladada desde Begoña para estar más cerca de sus pacientes -cursa 42.000 consultas anuales- y ofrecerles una mayor comodidad y accesibilidad en un espacio dotado de las últimas tecnologías y que cuenta además con las mayores condiciones de seguridad y garantías sanitarias.

Ha de recordarse que la clínica fue fundada en 1995 por los doctores Juan DurÁn de la Colina y Gonzalo Corcóstegui y poco después se incorporó al proyecto el doctor JavierAraiz Iribarren. Tras la jubilación de Gonzalo en 2016, los otros dos fundadores del ICQO continuaron con el proyecto, apostando por un equipo especializado y altamente profesional. Hoy trabajan en el ICQO 70 personas entre personal y los médicos internos y externos, con los doctores Juan Durán como director médico y Javier Araiz, como director científico, al frente de la clínica.

De todo ello tuvieron noticia quienes se acercaron a la puesta de largo. A la misma no faltaron el presidente del Colegio de de Médicos, Cosme Naveda; la presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia, María José García Etxaniz; el presidente de Lan Ekintza, Javier Garcinuño; el gerente de BilbaoCentro, Jorge Aio; el presidente de la Academia de Ciencias Médicas, Ricardo Franco Vicario, Amaia Olabide, Joaquín Bedia, Raquel Crespo; Elena Olabe, Javier Agirregabiria y NereaEgia, nombres propios del grupo IMQ; Amaia Uliarte y Rosa Villa, dos mujeres que lucían una placa cuyo lema rezaba Tengo baja visión (es una buena señal de aviso...), Edurne Agirregabiria, médicos de ICQO como Ignacio Recalde, Sergio Eguía y Juan Durán de la Colina, hijo, Javier Fernández, Carmen Olaizola, Idoia Martínez y otra mucha gente que escuchó cómo el ICQO es uno de los centros de referencia en el tratamiento de todas las especialidades del ojo y pionero en muchos tratamientos y técnicas oftalmológicas, además de ser el único en Bizkaia, en disponer de urgencias oftalmológicas.