A recorrido medio mundo con su piano a cuestas, dicha sea la metáfora, habida cuenta de que Miguel Ituarte es un hombre menudo en la talla y gigantesco sentado frente a un piano. Miguel ha actuado en recitales por países europeos y con orquestas como la de Cámara del Concertgebouw de Ámsterdam, Royal Philharmonic de Londres, Gulbenkian de Lisboa y numerosas más de España y Sudamérica. Es lo que se llama una voz autorizada en el mundo de las teclas.

En el ciclo de charlas-conciertos organizado en el conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga hizo ayer su aparición el bueno de Miguel, erudito bailando sus dedos entre las blancas y las negras y en la figura de Ludwig van Beethoven. Lo demostró con un espectáculo de varias caras. No en vano, tras la presentación de Maite Villate, el conferenciante e intérprete comenzó con la charla musical La obra para piano de Beethoven, aventura musical e instrumental, ilustrada con piezas en directo, y prosiguió con el concierto Beethoven y el piano, de la niñez a la madurez, con un programa especial elegido para la ocasión. Fue todo un espectáculo y un brindis en honor del compositor alemán y sus capacidades.

¿Cabe invocar a la lámpara maravillosa de los ingenios de Beethoven...? El propio músico nos dejó dicho que "todo genio está formado por un 2% de talento y un 98% de perseverante dedicación". Escuchándole, eso sí, es posible cantarle aleluyas a ese dos por ciento de talentos. Miguel lo valora de lo lindo. El pianista, profesor en Musikene desde su creación en 2001, ha impartido cursos y conciertos sobre la obra para teclado de Bach y la obra pianística de Beethoven. Ha cultivado la música de cámara con los cuartetos Takaks y Ortys, y el Quantum Ensemble. Como miembro del trío Triálogos -junto a Manuel Guillén y Ángel Luis Quintana- grabó la integral de los tríos de Beethoven para Televisión Española. Actualmente trabaja con la soprano Cecilia Lavilla Berganza. Participa en el disco Música de cámara actual, del sello Verso, junto al acordeonista Iñaki Alberdi, interpretando obras de Jesús Torres y Gabriel Erkoreka entre otras suculencias musicales.

Ayer descorchó un ciclo de ocho charlas-conciertos dedicadas a la vertiente pianística de Beethoven, compositor de renovado impulso gracias a su 250º aniversario. El imponente ciclo de ocho conferencias y conciertos de Ituarte se extenderá a lo largo de todo el año, cinco citas hasta abril y tres a partir de octubre. Junto al capitán Miguel, si es que se le puede llamar así, colaboraron otros intérpretes para la ejecución de obras a cuatro manos. Digamos que Jon Urdapilleta, John Alejandro Hernández, Itxaso Sáinz de la Maza, Elena Cadierno y Ander Marzana pusieron la golosa guinda en el suculento pastel musical.

Todo estuvo medido al centímetro. Los asistentes a la doble sesión en la que se ejecutaron las maravillas de Ludwig guardaron cola en el exterior para dejarle al maestro en la soledad de los ensayos y evitar concentrarse en la espera, un peligroso hábito en estos días. A la cita se sumaron Diana Gándara, Aranzazu Rodríguez, Alberto Cabrera; Ermitas Baldomir y Rosa González, las primeras de la fila y expectantes; Pedro Blanco, José Luis Cuesta, Cristina Martínez, Begoña Muguruza, José María Iglesias, Juan Carlos Bilbao, Edurne Maiz; Caridad García y Bernabé Cara, acompañados por Marta Cara; Javier Irigoien, Mikel Urrutia, María Jesús Bengoetxea, Daniel Oyarzabal y un buen número de adoradores y adoradoras del dios Beethoven, quien mostró sus talentos musicales a temprana edad. A la edad de 21 años se mudó a Viena, donde comenzó a estudiar composición y ganó una reputación como virtuoso pianista. Vivió allí hasta su muerte, si es que se puede decir así, si tenemos en cuenta que su música le hizo inmortal.

El pianista Miguel Ituarte ofrece un programa de sesión doble para revelar la relación de Beethoven con el piano en conservatorio

Con antelación, el intérprete pronunció la charla 'La obra para piano de Ludwig van Beethoven, aventura musical e instrumental'