O sencillo es entretenerse en el juego de palabras que podía extraerse del discurso de Alba Urresola, presidenta de la Autoridad Vasca de la Competencia. "Para que haya competitividad se requiere garantizar la competencia de los mercados", dijo. Competitividad y competencia, como aquel Sense and sensibility (Sentido y sensibilidad en la traducción que llegó a nuestras manos...), título de la novela de la escritora británica Jane Austen, publicada en 1811. Fue la primera de las que publicó bajo el seudónimo de A Lady (Una dama) y ha tenido una larga vida en muy diversas versiones, entre las que destaca la versión cinematográfica de Ang Lee de 1995.

Es lo sencillo, dije. Pero también algo pobre porque esas palabras se pronunciaron en la mañana de ayer en el auditorio del Museo Guggenheim, en un ámbito mayúsculo: el marco de la EU Industry Week 2021 de la Comisión Europea. A la cita invocó la jornada organizada por la propia Autoridad Vasca de la Competencia bajo el lema La política industrial y la política de la competencia en Euskadi tras la comunicación de la Comisión Europea. Pobre, les decía, porque la jornada ahonda en otras profundidades además de en esa; porque la idea es fortalecer los músculos del progreso de la vieja Europa, obligada a trabajar en común frente a la emergencia de nuevos poderes económicos en un mundo de competencia globalizada, proteccionismo, distorsión de ciertos mercados y nuevas tensiones comerciales. Digamos que se renueva la vigencia de aquella visión del naturista Charles Darwin, cuando recordó que las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.

La llamada de la naturaleza industrial tuvo su efecto y al filo de las 9.30 horas el auditorio del Museo Guggenheim presentaba un aspecto resplandeciente de asistentes, en la medida que esto se puede decir en días como estos. La jornada contó con la participación de Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medioambiente del Gobierno vasco; Javier Zarraonandia, viceconsejero de Industria, así como de representantes de Petronor -José Ignacio Zudaire al aparato...- e Ingeteam -Alex Belaustegi en acción...-, que profundizaron en la estrategia industrial del Gobierno vasco. También tomaron la palabra el director de Asuntos Europeos del Gobierno vasco, Mikel Antón; dos voces que llegaron vía on line desde Bruselas -Fernando Castillo de la Torre y Ruth Álvarez-Vinagre, pesos pesados en la sala de máquinas de la EU-, y una tercera, la de la Enara Venturini, encargada de ponerle broche al encuentro, recogiendo la cosecha del trigo de las conclusiones, separando la paja, dicho sea sin segundas.

Visto lo que se ofrecía en la carta, a la mesa, como les dije, se sentaron muchos. Entre ellos se encontraban Joseba Mariezcurrena, Javier Balza, Tamara Yagüe, presidenta de la Federación Vizcaina de Empresas del Metal; José Miguel Erdozain, Eduardo Orbezua, de Aernnova; las parlamentarias Alaitz Zabala y Nerea Lupardo; Jon Salinas, Javier Font, Iratxe Olabarri, Asier Atutxa, Txema Vázquez Eguskiza, el parlamentario Mikel Arruabarrena, Andima Ormaetxe, en nombre de la Autoridad Portuaria de Bilbao; Sabin Azua, Jaione Aberasturi, Mikel Etxebarria, Fernando Fraile, Zorione Garitano, Carmen Fuentes, Ramón López Muñoz, estudiantes como Arrate Pereza, Lea Perruchot, Arnaud Rivard o Leire Rodríguez; Santiago Rementeria, Víctor Pérez de Gezuraga, Ainara Herce, Iran-tzu Irastorza, Txaber Fernández, José Ignacio Jaca y así todo un buen número de hombres y mujeres que se acercaron para contemplar el porvenir que se aproxima y qué se puede hacer con él.

El Museo Guggenheim acoge una jornada sobre política industrial y competencia en el marco de la EU Industry Week 2021

La Autoridad Vasca de la Competencia muestra a Europa la defensa de la libre competencia y la transparencia que preconiza