Derio sigue llevando a cabo políticas participativas para la mejora de su territorio y su imagen y estética. La calle Larrabarri ya cuenta con un nuevo mural artístico, diseñado por la artista Irantzu Lekue. El Ayuntamiento ha llevado a cabo el proyecto de manera participativa, ya que organizó varias asambleas entre la ciudadanía y la autora de la obra para tratar de conocer cuáles eran las ideas que los derioztarras querían expresar por medio del espacio urbano. Una vez conocidas las intenciones del pueblo, Lekue se puso manos a la obra para diseñar el colorido mural, que servirá de homenaje y reconocimiento a las mujeres y a los movimientos feministas.

“El eje del proyecto es la visibilización de la mujer, queremos aportar nuestro granito de arena para terminar con la violencia de género pero también con todas las desigualdades que sufrimos las mujeres en el día a día”, admitía la artista.

Más de cincuenta derioztarras fueron partícipes de la creación del nuevo mural, y es que el objetivo de Lekue y del Ayuntamiento era llevar a cabo un proceso de participación entre la ciudadanía: “El fin es el de poner en práctica el concepto de learning by doing. Interiorizar el concepto mientras se lleva a cabo la acción. Hemos puesto en práctica nuestras técnicas de participación ciudadana. Nuestra apuesta es la de crear puentes a través del entorno y la estética y utilizando el arte como vehículo para la transformación social”.

En lo que al contenido de la obra se refiere, contiene elementos que homenajean la labor de mujeres derioztarras de diferentes épocas, como por ejemplo doña Juana Elguézabal. Nacida y criada en Derio, tuvo que abandonar su municipio en 1870 para mudarse a Extremadura a cuidar de sus familiares. Una vez que sus parientes fallecieron, Elguézabal recibió una gran cantidad de dinero en forma de herencia. Una cuantía que la derioztarra decidió invertir en la creación de una empresa teatral, contribuyendo a la vida social, cultural y educativa y ayudando en cuestiones sociales y labores humanitarias.

“En 1885 inauguró el teatro de variedades que se convirtió en recinto de las clases populares con teatro, reuniones políticas, cine o circo. Fue la contraposición al teatro de peñas o principal y estuvo 28 años en funcionamiento y en su testamento donó la finca para la construcción de escuelas públicas. Ser mujer, vasca, empresaria y soltera no debió ser nada fácil”, afirmaba Lekue.

Además del reconocimiento a Elguézabal, la obra de arte también recuerda grandes personalidades de todo tipo de ámbitos como el deporte o la educación. El elemento principal del mural es la imagen de unas manos tejiendo, “con el fin de poner en valor una labor tradicionalmente relegada al interior de los hogares. Un trabajo individual, individualizado y realizado por mujeres”, declaró la artista. Todo ello en un colorido espacio en el que ha sido la ciudadanía de Derio quien ha plasmado sobre la pared la idea que querían expresar dirigidos por Iran-tzu Lekue.