LA naturaleza es uno de los principales motivos de atracción para las personas que eligen Euskadi como destino turístico. Concretamente, Bizkaia cuenta con una gran variedad de espacios en los que la vegetación y las zonas de montaña hacen de su paisaje una imagen idílica. Es el caso de la cima de Ganguren, lugar que permite a sus visitantes observar la majestuosidad del valle de Txorierri en su totalidad. Y es que los municipios de dicha comarca mantienen aún una estrecha relación con la naturaleza de su entorno, como por ejemplo Lezama, cuyo Ayuntamiento organiza cada año iniciativas relacionadas con sus zonas como el Zuhaitz Eguna. Una actividad que a lo largo de la mañana de ayer reunió a más de 60 vecinos y vecinas alrededor de las campas de la ermita del barrio Kurtzea.

La lluvia escogió un mal día para aparecer, ya que el de ayer fue un caso excepcional en una semana en la que reinó la climatología soleada. Pero de todos modos, la ciudadanía de Lezama dio el callo una vez más e hicieron posible una bonita jornada en la que fueron replantados un total de 80 árboles. Las numerosas familias que aprovecharon la mañana para pasar un agradable rato con sus hijos e hijas plantaron variedades de árboles autóctonos de Txorierri; como lo son las especies de roble, arce, cerezo de racimos, álamo negro, tilos o el fresno norteño.

Por primera vez desde que se celebra el Zuhaitz Eguna, ayer fue organizado en las zonas verdes contiguas a la ermita del barrio de Kurtzea, ya que se trata de una zona la cual el gobierno municipal quiere habilitar para el uso de los vecinos. “Hace tiempo colocamos unas mesas de madera. Ahora con los nuevos árboles, que cuando crezcan harán sombra, queremos que la ciudadanía pueda utilizar la zona como una especie de merendero. Además, tiene al lado el tren y el campo de futbito, sin tener en cuenta las novedades que pensamos aplicar en breve. Una vez terminado todo va a ser una zona idílica para el ocio. Encima, la gente suele aprovechar el Zuhaitz Eguna para venir con los pequeños y las pequeñas de casa, lo que hace de la jornada una bonita actividad familiar”; admitían fuentes consistoriales.

Es el caso de Igor. Lezamarra que reside en el mismo barrio de Kurtzea y aprovechó la ocasión para bajar a echar un cable con la replantación de los nuevos árboles de la zona con su hijo Enaitz y su hija Izaro. “Llevamos muchos años viniendo al Zuhaitz Eguna. Somos una familia bastante mendizale y nos gusta mucho la actividad porque está muy ligada a nuestro entorno y a la naturaleza. Además, los niños siempre se lo pasan muy bien porque se encuentran con amigos del pueblo o de la ikastola y van a su bola”, declaró Igor. La lluvia no supuso ningún impedimento para que esta familia, al igual que la demás, pasaran un gran día: “Solo es agua. Encima, vivimos aquí al lado, de una mala podemos cambiarnos en un momento”.

Una vez finalizada la plantación de los 80 árboles, llegó el momento de recibir la recompensa al esfuerzo realizado por las personas participantes y los operarios municipales. El Ayuntamiento habilitó un pequeño avituallamiento en el pórtico de la ermita para que la ciudadanía pudiera reponer fuerzas. Mientras tanto, en el interior de la ermita, los más pequeños pudieron disfrutar de pequeños juegos y talleres infantiles, ya que la plantación de casi un centenar de árboles parecía no agotar las fuerzas de a juventud lezamarra.