Once años estuvo Juanjo Salazar Olabarria dedicándose, en cuerpo y alma, a su labor como Mayordomo de la Cofradía del Señor Sant Roque de Laudio, un fructífero periodo en el que la hermandad de devotos del patrón de la localidad abordó, tras una intensa reflexión, un proceso de renovación sin dejar de lado su esencia y tradición. Entre otros logros, llevados a cabo junto a un equipo de personas comprometidas con ese ilusionante proyecto, están la celebración del 400 aniversario de la Cofradía en noviembre de 1999 y la publicación de un libro conmemorativo, la elaboración y aprobación de los estatutos de una entidad que, hasta entonces, se regía por trece reglas, la recopilación de la historia de la Cofradía desde su fundación, el 7 de noviembre de 1599, hasta la actualidad, la creación de un modesto museo con su archivo documental y de fotografías antiguas, biblioteca y colección de cerámica, la edición de una revista, la institución de los trofeos Jarra de cerámica y Jarra de Oro o el nacimiento de la Fundación Cultural Amalur.Homenaje de cosecha 48

Se trata, sin duda, de una larga y prolífica trayectoria que, sin embargo, no quedó debidamente reconocida tras lo ocurrido en 2009, cuando llegó el momento de someter al escrutinio de los cofrades la adaptación de los estatutos a los nuevos tiempos y permitir la incorporación de mujeres cofrades a la comida anual que se celebra el último domingo de agosto. Su propuesta no logró el apoyo necesario de la asamblea y Juanjo Salazar y su equipo dimitieron de sus cargos. Lo paradójico es que, 18 meses después, una mujer se sentó, por primera vez en la historia, en la mesa de comensales. La agrupación cultural Cosecha 48 ha saldado esa deuda con un sencillo, pero emotivo, homenaje tanto a su persona como a su labor en su etapa de Mayordomo. En el acto, Javier Gutiérrez Martínez de Compañón definió a Juanjo Salazar como “un auténtico amigo, de los que conocen todo de ti y, sin embargo te aprecian” y como una persona que “dedica parte de su vida a servir a los demás desde cualquier posición de la sociedad, haciéndolo, además, en gratuidad”. Y tras repasar toda su trayectoria vital, laboral, social y al frente de la Cofradía, concluyó aseverando que “es ensoñación, ilusión, pasión y fuego creativo; es delicaleza y acogida, señorío y bondad, rectitud y palabra; es, en definitiva, entrega, generosidad y amistad”.

Abrumado y emocionado por tantos elogios, Juanjo Salazar tomó después la palabra para agradecer “de corazón” a Cosecha 48 “la organización de actos de esta naturaleza, ya que hay muchas personas, públicas o anónimas, que merecen estos homenajes” y también a familiares, amigos y personas “que me han acompañado este bonito día”. El reconocimiento concluyó con la entrega de una placa conmemorativa.

“Juanjo es un amigo y una de esas personas que dedican su vida a servir a los demás”

Miembro de Cosecha 48

“Agradezco de todo corazón este homenaje y a toda la gente que ha estado presente”

Exmayordomo de la Cofradía