Laudio- En 2023 todas las instalaciones integradas en el plan de saneamiento del Alto Nervión, es decir, la red de colectores y las dos depuradoras de aguas residuales, "tienen que estar entregadas y empezando su puesta en marcha, con el objetivo de que, a finales de ese año, el agua que discurra por el río vaya ya completamente limpia". Es la afirmación realizada ayer por el director de la Agencia Vasca del Agua, Ernesto Martínez de Cabredo, durante la charla abierta ofrecida en El Casino de Laudio, junto a la ministra y diputada del PSE por Araba, Isabel Celaá, y la secretaria General del PSE alavés, Cristina González, para informar sobre los últimos avances del proyecto.

La fase del todo el proceso que está más adelantada es la concerniente al entramado de tuberías, unas obras que según aseguró Martínez de Cabredo "comenzarán a ejecutarse en mayo". El presupuesto de instalación de esa red de colectores asciende a 40,7 millones de euros, tendrá una longitud de 20,5 kilómetros y el proyecto contempla, además, la construcción de cuatro tanques de tormenta y dos estaciones de bombeo asociadas, en Laudio y en el barrio de Areta. Este entramado de conducciones conducirá los vertidos de las poblaciones de Saratxo, Amurrio, Murga, Luyando y Olabezar, así como las de Laudio y Orozko.

En lo que se refiere a las dos Estaciones de Tratamiento de Aguas Residuales previstas en el plan de saneamiento, "este año se invertirá en la tramitación y definición de los proyectos y su construcción comenzará en 2021", indicó. La ubicada en los terrenos de Basaurbe, en el término municipal de Laudio, tiene un presupuesto estimado de 15 millones de euros y depurará también las aguas de la cercana población vizcaina de Orozko mientras que la que será levantada en Markijana (Amurrio) costará en torno a 18 millones de euros "porque es donde llegarán todos los fangos". Ambas depuradoras estarán dimensionadas para una población de 37.000 habitantes, el doble de población que reside en esas zonas, y la razón es que también van a estar preparadas para tratar los vertidos industriales", explicó el director de URA.

Por su parte, Isabel Celaá calificó de "inexplicable" que un proyecto de esta envergadura "lleve parado desde 1994" y destacó que la solución final ha sido posible "gracias a la excelente coordinación de gobierno central y vasco para la puesta a disposición de los terrenos". - S.M.