ORDUÑA. Esta innovadora iniciativa se activó hace ahora un año, cuando el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento -en colaboración con el servicio Ekoizpen para el desarrollo agroecológico- inició la remodelación de los jardines en espacios naturales activos y ecológicos basados en la permacultura. Gracias a ello, las personas usuarias de la residencia pueden, desde entonces, interactuar con las plantas, los vegetales y árboles frutales, una actividad de la que obtienen múltiples beneficios. Y es que, estos huertos -especialmente pensados para personas en sillas de ruedas y completamente accesibles- están ya en todo su esplendor y tanto las personas residentes como sus familias y la plantilla del centro pueden tocar, oler, degustar, disfrutar y aprender con las especies que allí se cultivan.

La segunda fase del proyecto ha arrancado junto al curso escolar y se está centrando en la zona del jardín situada a la derecha de la entrada. Empleando material reciclado, y siguiendo los mismos criterios de permacultura que en las áreas, ya remodeladas, se crearán seis huertos.

TALLERES ESCOLARES

Cada uno de esos recintos ha sido asignado a un curso de Educación Primaria de la escuela. Los alumnos, de edades comprendidas entre los 6 y 12 años, realizarán un taller mensual trabajando contenido curricular como la cuestión de las personas refugiadas, o la Arimen Gaua, pero además labrarán la tierra y aprenderán de agricultura. A las personas que viven en la residencia también se les ofrecerá la posibilidad de participar en estos talleres y ayudar a los menores en las tareas de cuidado de los huertos.

La primera sesión formativa tuvo lugar en septiembre con motivo del equinoccio de otoño. A partir de ahora se dispondrán las composteras, los puntos de agua, bancales central y zona creativas en la que los menores podrán sembrar lo que decidan. Una vez cultivado, llevarán a casa todo lo recolectado para poder disfrutarlo en el plato con sus familias. En todo momento contarán con la ayuda del profesorado del centro educativo y se buscará que la AMPA también se implique para que el beneficio sea global.

Por otra parte, cabe destacar que cualquier vecino de Orduña puede trabajar en los jardines de manera voluntaria y sumarse al grupo de personas de la ciudad que ya cultivan los huertos.