PASO a paso. Con tesón, constancia y mucha fuerza de voluntad. Así ha realizado el laudioarra Jon Karla Bilbao su reto de recorrer los 2.716 kilómetros del Camino de Santiago completo, la distancia que separan Roma y la plaza del Obradoiro. Han sido 107 etapas con la compañía de Jorge Romero, un amigo argentino que no dudó en cruzar el charco para sumarse a la aventura solidaria y de concienciación Abriendo camino al DCA (Daño Cerebral Adquirido). Y es que Jon Karla padece la lesión a causa del infarto que sufrió el 20 de abril de 2013. Estuvo en parada varios minutos y la falta de oxígeno le produjo una anoxia cerebral que le mantuvo tres días en coma. La vida le dio una segunda oportunidad pero, en algunas cuestiones, tuvo que empezar casi de cero y, en la actualidad, aún sufre secuelas que sobre todo “me afectan a la memoria”, explicó.

En su proceso de recuperación fue vital su toma de contacto con Atece (Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Araba) donde recibió apoyo, ayuda y atenciones para afrontar el problema y con la que acabó colaborando como voluntario. “Es de lo que más orgulloso estoy. Haber conocido a toda esa gente me ha cambiado la vida. Algunos están en silla de ruedas y, aún así, te regalan una sonrisa. Son de admirar”, afirmó.

Y, por ellos, por los afectados por el daño cerebral adquirido, Jon Karla Bilbao echó a andar el pasado 8 de marzo desde Roma con una mochila cargada de ilusiones “y de la energía y la fuerza de la asociación Atece, sus miembros y sus familias, que son los verdaderos héroes de esta historia”, aseguró. El objetivo era doble: concienciar sobre esta patología y recaudar fondos para la causa dando la posibilidad a cualquier persona de apadrinar un kilómetro. A la vista de los resultados, lo ha logrado con creces. “De momento se han recaudado cerca de 9.000 euros pero aún hay posibilidad de hacer aportaciones. Aunque lo más importante para mí es que hemos conseguido que se oiga hablar más del daño cerebral adquirido”, destacó.

Homenaje en Laudio La aventura concluyó el pasado 22 de junio con una emocionante llegada y recibimiento a Jon Karla y a Jorge en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. Desde entonces los homenajes se han sucedido. El primero fue el lunes en la sede de Atece en Gasteiz y el segundo ayer, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Laudio, por parte de la nueva corporación local. En reconocimiento a su gesta, el alcalde, Ander Añibarro, le hizo entrega de “una reproducción de nuestro chuzo de punta de 1788 que el anterior primer edil, Natxo Urkixo, quiso poner en valor y que, a partir de ahora, va a quedar institucionalizado como detalle a otorgar en este tipo de homenajes”, declaró. Un segundo ejemplar será enviado también a Jorge Romero “que ya se encuentra en Argentina disfrutando de su familia”, indicó Jon Karla.

El protagonista de la aventura se emocionó en varias ocasiones durante el acto, sobre todo al recordar los difíciles momentos vividos tras sufrir el infarto. “Se te cae el mundo a los pies. Te quieres rebelar ante lo que te ha pasado y quizá, en ocasiones y sin quererlo, haya hecho cosas que han dolido”, reconoció. Sobre el viaje emprendido el 8 de marzo precisó que “lo quisimos hacer como peregrinos”. Aunque lo fácil hubiera sido “tirar de tarjeta”, la decisión fue “buscarnos la vida, algo que nos ha hecho aprender a valorar cosas cotidianas como una simple ducha o un plato caliente que hemos conseguido gracias a la buena gente que hemos encontrado en el camino”.