Muchos aún rememoran la silueta de los míticos Aterpe Alai y Ondar Alai, los barcos que ejercían de ferry entre Mundaka, Sukarrieta y la playa de Laida en Ibarrangelu. Los tiempos cambian y en la actualidad es otra embarcación la que ejerce esa función, Izkira Urdaibai. A sus mandos se encuentra Cristina Krug, sukarrietarra enamorada de una ría de Urdaibai que ha surcado en infinidad de ocasiones. "Desde que era pequeña, mi recuerdo es andar en la ría. Era donde quería estar. Y estoy", alude una mujer licenciada en Antropología Social y Cultural que proviene del mundo del deporte, del baloncesto más concretamente -jugadora, entrenadora, trabajadora en una empresa de asesoría deportiva...- pero que se embarcó en una nueva aventura vital hace ya algunos años. Y que mantiene la actividad en este verano tan atípico.¿Cuándo y por qué montó 'Izkira Urdaibai'?

—Trabajé en una multinacional, pero buscaba algo que me gustara. Siempre he veraneado en Sukarrieta, desde que abrí los ojos, y tenía claro que quería trabajar aquí. Me he criado en la ría, la conozco... Me planteé montar el servicio de pasaje, un servicio regular de pasaje como antiguamente. En ese momento no había uno como tal. Empezamos en el 2004, en el 2005 fundamos una cooperativa entre tres personas y hace dos años una lo dejó. Los dos restantes socios separamos nuestros caminos, como autónomas en empresas diferentes. Es ahí cuando nace Izkira Urdaibai.

¿Además del pasaje -de Mundaka a Sukarrieta y de ahí a Laida, y vuelta- qué servicios ofrece?

—Además del pasaje, ofrecemos paseos turísticos por la ría, rutas guiadas. El pasado año hice un curso de intérprete del patrimonio natural del Patronato de Urdaibai, y de ahí parto con una ruta guiada. Elantxobe, Gaztelugatxe, Izaro... Tenía el conocimiento, pero debía adquirir la metodología. Intento mostrar lo que tenemos en Urdaibai: flora, fauna, entorno, cultural y natural y patrimonio.

Intenta mostrar lo que Urdaibai nos ofrece...

—Así es. El grupo me dice qué quiere conocer, y voy mostrando los conocimientos que tengo. Luego, también tengo rutas guiadas geológicas, con Ekobideak. Yo voy, y ellos hacen de guías. Lo hacen muy bien.

Estamos en un verano atípico. ¿Cómo está siendo el año?

—Mi temporada no es solo de verano. Empiezo en Semana Santa con los servicios turísticos, pero también trabajo en invierno con la UPV o Azti, haciendo muestreos de la ría y demás. Este invierno he podido trabajar con cierta normalidad. En el aspecto turístico, no hemos empezado hasta el 15 de junio, y por lo tanto he estado parada en Semana Santa. En mayo, más de lo mismo.

Pero el coronavirus habrá afectado a su actividad normal.

—Con el covid ha sufrido más el tema de paseos, ha frenado porque es más turístico que autóctono. El pasaje es más gente de aquí, aunque desde hace tres años cada vez vienen más turistas. Ha bajado, pero al hacer buena climatología, creo que la temporada, como verano, se está salvando. En mi caso. No hago los número para el invierno, pero sí para el verano. En invierno buscaremos otras historias. El verano, que me preocupaba, lo salvo porque el tiempo ha ayudado.

Cumplen a rajatabla las medidas sanitarias por el coronavirus...

—A rajatabla. Así tiene que ser. Aunque estemos en un barco no estamos exentos de las medidas. Gel desinfectante, mascarillas, cumplimiento de distancias, carteles informativos y demás. Hemos notificado a los ayuntamientos cómo hacemos los embarques y desembarques. La rampa de entrada y salida es amplia y se pueden mantener las distancias.

¿La gente cumple?

—Como norma obligatoria hay que ponerse la mascarilla. Aunque también hay alguna excepción, como me pasó con un grupo de franceses. Era un grupo grande, familiar. Les pedí que se la pusieran y les costó. Pero la gente, en la inmensa mayoría, cumple. Aunque estamos al aire libre y haya distancia suficiente.

Aún nos queda verano. ¿Qué expectativas tiene de cara a las próximas semanas?

—Agosto se está salvando porque la gente está aquí. Pero ante la incertidumbre de septiembre, con el comienzo de las clases y la vuelta al trabajo, creo que habrá un parón total. Agosto, si el tiempo acompaña, irá bien. Pero preveo un parón bastante importante para el mes de septiembre.

¿Y de cara al año próximo?

—Sacaré el barco, no lo dejo. Me quiero jubilar aquí. Ya dejaré la asesoría deportiva en clubes... dejo un equipo u otro y me libero un poco... Pero Izkira Urdaibai es mi joyita.

¿Y si le llega una oferta del Bilbao Basket, por ejemplo?

—No estoy edad para meterme en esos jaleos, ja, ja, ja... La ría es mi vida, y no la cambiaría.

Anime a que la gente acuda a Urdaibai, que conozca la ría.

—En Izkira Urdaibai se cumplen las normas. Se les va a atender excelentemente, porque al final cuando atiendes a la gente y les transmites las joyas de Urdaibai, lo agradece. Y me gusta que les guste. Lo que sí pediría es que las instituciones nos den más facilidades, un poco más de apoyo, y no económico, sino que nos ayuden. Llevo siete años haciendo los mismo, y pidiendo el mismo permiso. Estamos en una Reserva cuyo principio básico es la convivencia de humanidad y naturaleza. Llevo años intentando meter un motor eléctrico... No te puedes imaginar la dificultad que me estoy encontrando. Es solo un pequeño detalle. O lograr un amarre en Mundaka...