LEKEITIO. La competición, que ha tenido lugar en un ambiente "sano y lleno de alegría", según ha apuntado a Efe el alcalde, Koldo Goitia, se ha celebrado también con un curioso incidente: el hundimiento de uno de los 95 botes participantes, cuyos remeros han tenido que salir a nado, entre la sorpresa y el jolgorio de los presentes.

Como manda una tradición seguida cada 5 de septiembre, las cuadrillas se han turnado esta tarde para remar hasta la maroma bajo la que permanece suspendido un ganso que, al ser tensada la cuerda que lo sostiene, sube varios metros y baja tantas veces como alzadas soporte quien lo agarra.

De los 95 botes inscritos en esta celebración -la cifra más alta de los últimos años-, 62 han elegido competir con un ganso de goma, mientras que 33 lo han hecho con un ave sacrificada.

El desafío se ha iniciado a las cuatro de la tarde con gansos sacrificados, una alternativa que ha dado muy poca emoción al juego, dado que, de los 20 participantes en los primeros 45 minutos, tan sólo dos han logrado, cada uno, una alzada.

Pese a que los chicos y chicas encargados de lanzarse a coger al ganso de plástico han caído pronto al mar, ha sorprendido que una mayoría lograra arrancar la cabeza al ave muerta.

Ya con los gansos de goma, la fiesta ha recuperado sus impresionantes imágenes de jóvenes subiendo varios metros de altura con el ganso entre los brazos, para caer de nuevo al agua y volver a remontar hacia arriba.

Efectivos de Cruz Roja en motos acuáticas han ayudado a salir del agua a varios participantes, que han sufrido importantes golpes tras caer al agua desde una gran altura.

A las cinco y media, se habían logrado ya cuatro alzadas consecutivas, en una celebración que se prolongará hasta bien entrada la tarde y, con ella, la emoción de las miles de personas que a esta hora llenan el puerto de Lekeitio.