Los premios DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak son ese gesto cariñoso, cercano, tierno, sin artificios, sin bombo ni platillo. No llegan cargados de brillantina ni de pomposidad, es cierto. Son naturales. Campechanos. De familia. De casa. Son ese agradecimiento a los muchos granitos de arena en cada comarca. Ese aliento para el día a día, ese homenaje a las cosas cotidianas, sí, pero hechas con una sonrisa, con esfuerzo, con implicación y con generosidad. Desde el comercio. Desde el Ayuntamiento. Desde la entidad deportiva. Desde la agrupación. Y desde tantos rincones que configuran la vitalidad de un pueblo. Algunos, en otras esferas y moralidades, quizás no quieran entenderlo o les parezca una nimiedad. Pero estos galardones son importantes para sus protagonistas, siempre receptores con la mayor de las alegrías y de las emociones. Por ellos: por los vecinos, por las asociaciones, por los clubes, por los negocios a pie de calle... Por ellos va. Un enorme gracias por la acogida que siempre demuestran los premiados.
Un destello de todo ello se puso en juego ayer en el frontón de Zamudio. Con una representación de los latidos de Txorierri: deportivos, sociales, culturales, solidarios, educativos... ¡Qué buena remesa! Hasta una trayectoria centenaria con Lezama Sport. Los representantes del club aparecieron con buena sintonía: Jabi Loroño, Fernando Oiarzabal, Cipriano Elorriaga, Lander Elorriaga, Jon Diaz, Xabi Zarate y Txelis Cruz. Con algunas bromas de si mandaba él realmente en Víctor Harategia, o sea Víctor Madariaga, o su mujer, Bego Goikouria se presentaron ambos a la gala acompañados de su familia: Mikel y Erika Madariaga, Jon Ander, Iker y Eneko Sarria. También los seres queridos que engloba Ultramarinos Soba quisieron estar presentes: Aurelio, Itxaso e Ignacio Soba, Begoña Bilbao y María Jesús Martínez. Muy unidos acudieron, de igual modo, los Tielve para arropar a Seve Tielve, un hombre encantado de mirar atrás para repasar los 35 años de la marcha cicloturista de Zamudio. “Y aquí estamos”, suspiró con gracia. Maruchi Martín, Mari Carmen Turrión y Jennifer y Jesús Javier Tielve rieron.
No tienen lazos de sangre pero como si los tuvieran: los voluntarios de Cáritas en Sondika, corazón en mano, emocionaron a todo el público. Maribel Vadillo, Izaskun Lete, Zorione Aldasoro, Guillermo Ayuso, Chusa González y José Antonio Azofra reconocieron que necesitan ayuda. Otro hilo altruista tendieron los voluntarios de Protección Civil de Erandio con Txus Rodríguez, María Batista, Juan Carlos Jauregi y Antonio Navarro dando ejemplo. De Erandio procedió, asimismo, el canto a la juventud enarbolado desde Jado Ikastetxea: Mikel Amo, Selene Mateos, Nahuel Churruca, Carlo Bayangat, Maider Castroviejo, Ander Filgueiras, Iker Macias, Dunia Ponce, Leize Domínguez, Kerman Solar, Markel Estecha, Maialen Gregorio, Unai Nájera, Diana Komarenko, Naiala Dobaran, Laia Landa, Iara Valverde, Libe Oñatibia, Haizea Roldán, Aingeru Fuentes e Imanol Zaldibar. ¡Qué alegría! También con Txaber Santiago, Ainara Parra y Maitane García, de la comisión de fiestas de San Miguel de Derio. La vocación divulgativa la sellaron Lander Aretxabaleta, Itziar Landeta, Esther Caminero y Joseba Calleja desde el propio Zamudio, punto al que se desplazaron de DEIA Marta Martín, Aitziber Jauregi, Amelia Sancho, Joana Pérez, Haizea González, Iñigo Aspiunza e Itziar Leal.