O habrá aplausos ni premios suficientes para agradecer la labor de los sanitarios en plena pandemia. Se enfrentaron a algo desconocido y con su buen hacer y con mucho, muchísimo trabajo pudieron hacer frente a una situación complicadísima ante una enfermedad que, allá por marzo, era una perfecta desconocida y a la que los facultativos van conociendo cada vez más. "Estos meses han sido de un aprendizaje intenso. Ahora conocemos mejor la enfermedad, cuales son los indicadores de mala evolución y cuáles son los tratamientos que mejor funcionan", reconoce Edurne Omaetxebarria, directora médica de la OSI Ezkerraldea-Enkarterri-Cruces. Precisamente, el Hospital de Cruces se convirtió en el principal centro de referencia para el tratamiento del coronavirus, aunque fue tal el volumen de pacientes que todos los hospitales públicos vascos contaban con pacientes que padecían el virus.

La primera ola del virus se desarrolló entre marzo y junio, pero el coronavirus no dio casi tregua a la sociedad y la segunda ola de la pandemia llegó en julio. "El personal sanitario vio como comenzaba una segunda ola en julio que afectaba tanto a los centros de salud como a los hospitales, cuando una parte de la plantilla estaba de vacaciones. Ahí fue un momento crítico. Ahora una vez pasadas las vacaciones y con las plantillas al completo, los profesionales afrontan la situación con fuerzas renovadas", desarrolla Omaetxebarria.

Fuerzas renovadas, sí, pero no infinitas. Por ello es muy importante que la ciudadanía respete las medidas de prevención de contagios para, de esta manera, cuidar su salud, la de los que les rodean y permitir a los sanitarios poder gestionar la pandemia sin tanta presión asistencial hasta que haya una vacuna o remedio terapéutico que sirva para ir controlando la pandemia. "Creo que la gran mayoría de la población está cumpliendo con las medidas de protección y prevención", apunta Omaetxebarria, la directora médica de la OSI Ezkerraldea-Enkarterri-Cruces, una entidad que merece el Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria por ser la primera barrera contra el virus.