LA Milla es uno de los más destacados actos populares de Berango. Su fundador, Josu Hernández, presidente del club atletismo del municipio, confiesa que el evento deportivo nació con este objetivo: "Siempre soñé con una carrera así, pero pensaba que era imposible. Ahora es una realidad porque hemos puesto todo nuestro empeño y mucho esfuerzo".

DEIA y Hemendik reconocen la proyección de la Milla Internacional de Berango, una de las pruebas míticas de calendario vasco, con la concesión del Kirol Saria. Hernández se muestra satisfecho con este galardón: "Es una motivación especial para seguir con la organización porque muchas veces cuesta conseguir el reconocimiento de este trabajo".

Este evento deportivo nació hace 23 años cuando la comisión de fiestas patronales del municipio propuso la celebración de una carrera como parte del programa festivo. Hernández, que había sido campeón en diversas pruebas de atletismo, asumió el encargo y sugirió la celebración de una milla. "Era ideal porque es una distancia corta para prevenir los calores del verano y espectacular porque permite contemplar toda la prueba", señala.

Comenzaba así esta cita deportiva, una de las cinco más antiguas del Estado. José Antonio Landa, alcalde en aquella época, fue también responsable del triunfo de la Milla. Hernández recuerda: "Se mostró muy entusiasta y se dio cuenta de que podía suponer una gran rentabilidad para la imagen del pueblo. Económicamente era asequible para el Ayuntamiento y su beneficio era imposible en otro deporte como el fútbol".

La apuesta del club y del Ayuntamiento a lo largo de estos años ha resultado un gran éxito porque Berango se ha transformado en un reclamo para los amantes del atletismo. "Somos muy conocidos en este mundillo", celebra. En la última cita de la Milla celebrada el pasado octubre participaron siete finalistas del último Europeo incluyendo un grupo de cuatro medallistas encabezado por Arturo Casado, oro.

La prueba ha ido creciendo al ritmo del pueblo. Su primera ubicación fue la calle principal Simón Otxandategi y cuatro años después se desplazó a su actual emplazamiento en la calle Gobelalde, conocido popularmente como la calle de la Milla. La organización de carácter familiar y el sacrificio personal de los responsables suplía la falta de medios.

Cercanía

Atletas alojados en casa

Al principio, los atletas se alojaban en las casas de los miembros del club y el propio Hernández se encargaba de organizar el menú de homenaje, una de las señas de identidad de la carrera. Pero, año a año ha ido ganando importancia, y así lo han reconocido los vecinos con su apoyo incondicional. "Los corredores sienten el calor humano", describe.

En la actualidad atrae a corredores de fama internacional e incluye al grueso de la selección estatal. "Cuando apoyas a los atletas acuden cuando los necesitas", destaca su fundador. Asegura, además, que algunas estrellas han acudido por debajo de su cachet. Sin embargo, reconoce que con la llegada de los agentes la contratación de los grandes deportistas se ha convertido en "una pelea a cara de perro".

La lista de medallistas que han participado en la Milla Internacional de Berango es muy larga. Un ejemplo es el portugués Rui Silva, que ganó un bronce olímpico y otros dos metales en los europeos. Otros nombre se suman a este evento, como Martín Fiz, o Maite Zuñiga, que participa de manera habitual. La prueba ha dejado momentos únicos para el recuerdo como el deseo de Hernández de ver a José Luis González en Berango, uno de sus ídolos. El subcampeón mundial corrió aquí su última carrera, y la Milla se convirtió en un homenaje para él. El organizador cumplía en parte su sueño de competir contra González porque la retirada le llegó antes por las lesiones.

Homenaje póstumo

José Antonio Landa

Otro de sus grandes recuerdos fue el gesto de Isaac Viciosa, doble medallista europeo, que le regaló el trofeo al saber de su "envidia sana por una copa que nunca podría obtener". A Viciosa no le fue mal porque ganó después la Milla de Nueva York, la reina de estas carreras.

Aparte de la lucha de cada año por lograr subvenciones, la carrera también le ha dejado pequeños sinsabores deportivos con decepciones como la de Reyes Estévez, que quedó en último puesto. "Dijo que le había sentado mal un café. En el Ayuntamiento me preguntaban si le iban a sentar ya bien los cafés", recuerda. Con todo, el momento emotivo llegó con el homenaje póstumo al alcalde José Antonio Landa. "Fue uno de las situaciones más duras", reconoce Hernández.

A día de hoy, la Milla supone uno de los mayores orgullos locales. La carrera está marcada en el calendario de Berango. La pasión de los organizadores va más allá de lo deportivo, y es que el evento tiene un claro carácter social que arropa a los corredores. La presencia de estos atletas de elite se convierte en un acontecimiento para los jóvenes aficionados que les consideran sus ídolos.