“Yo no puedo dejar de escalar montañas. Aunque el cuerpo me lo impida, mi cabeza las sigue buscando y las encuentra”, reza el mensaje grabado al pie del árbol. La cita corresponde a Pablo Olmos, el vecino de Zalla que, con su coraje para afrontar la esclerosis lateral amiotrófica ha propiciado el nacimiento de la asociación Dar Dar. Sus expediciones en cumbres en la Antártida o el Teide narrando y alentado desde casa los progresos de otros compañeros sobre el terreno han puesto el foco sobre la necesidad d fondos para la investigación de esta enfermedad degenerativa todavía sin cura ni tratamiento. En reconocimiento a esa labor de visibilización la ciudadanía le ha rendido un homenaje a través de Dar Dar Basoa, un espacio ajardinado en la zona de la plaza Euskadi situada entre la kultur etxea y el club de jubilados.

Un entorno para el espíritu de superación, compañerismo, trabajo en equipo y esfuerzo por alcanzar una meta, que se repiten en la montaña y la filosofía de vida de Pablo Olmos. “Los compañeros y compañeras de cordada dan sentido a la asociación. Gracias también a Dale CandELA de Getxo y Saca la Lengua a la ELA desde Córdoba por su gran labor y por poder subir montañas con estas asociaciones y dar visibilidad a la enfermedad por la que luchamos”, trasladó a través de un audio en el acto de inauguración. El progreso de la dolencia le impidió acudir. Le fue diagnosticada en 2013, poco después de acompañar a su amigo Unai Llantada al Kilimanjaro. En 2018 ambos impulsaron la asociación Dar Dar en su reto de ascender la cumbre más alta de La Antártida, el monte Vinson. Unai, allí y Pablo narrándolo desde su casa. De aquella experiencia apadrinada por Juanjo San Sebastián, Alex Txikon y Juanra Madariaga surgió un documental.

Presenciaron la apertura de Dar Dar Basoa Kontxi Gil, mujer de Pablo, Jaime Lafita, de Dale CandELA y Miguel Ángel Roldán, de Saca la Lengua a la ELA, ellos también diagnosticados de esclerosis lateral amiotrófica. “Las personas que la padecen nos rinden el verdadero homenaje todos los días. Su esfuerzo, su lucha, su compromiso con la vida representan un ejemplo. Pablo, con tu manera de encarar tu enfermedad, hemos aprendido a vivir”, expresó el alcalde, Juanra Urkijo. Este nuevo espacio “sitúa a Zalla como un pueblo referente en valores, un lugar que será referente para todas las personas que luchan cada día, nos recordará y nos animará a vivir como Pablo, un punto de encuentro para aquellas personas que se enfrenten a un reto de vida”.

Buzón de montaña

Además de una placa conmemorativa, se ha instalado un buzón de montaña donde se pueden depositar mensajes “relacionados con las cimas de la vida y la esperanza que se quieren enviar”, destacan desde el Ayuntamiento.