¡¡Y van dos!! Es la frase que ningún pobeñés quería tener que pronunciar ayer, un 8 de septiembre festividad de su patrona la Virgen del Socorro, pero la dichosa pandemia del coronavirus provocó por segundo año consecutivo que la procesión de la virgen desde su atalaya en la ermita bañada por el Barbadun hubiera de suspenderse. La virgen, eso sí, reposa como manda la tradición en la iglesia de San Nicolás de Bari repartiendo benevolencia entre los fieles a la espera de que en octubre, por el Socorrillo, desande el camino y vuelva a su altar original. Mientras tanto ayer miércoles los pobeñeses y pobeñesas celebraron tan señalada fecha abarrotando las bien surtidas tabernas, bares y restaurantes de este enclave muskiztarra que a pesar de ser un día "entre semana" vio crecer de manera especial su población.

Una festividad que a falta de romería y la posterior comida popular de las múltiples cuadrillas que suelen acudir habitualmente a una de las romerías más señeras del territorio vizcaino, vieron recompensada su tenacidad por los alegres sones que repartieron por doquier los componentes de Etxebarria aita-seme trikitalariak.

Además, quienes acudieron a Pobeña pudieron disfrutar de las melódicas canciones que desgranaron los componentes del grupo Denbora kolpeka, de Muskiz, entre las que no podía faltar el himno de la Virgen del Socorro: "Virgen del Socorro, de Pobeña Honor, Tus hijos un himno te cantan de amor. Las más bravas olas tu roca al tocar sus encajes tienden al pie de tu altar. Pobeña te aclama, Socorro sin par, reina de los cielos, de la tierra y el mar". -