Cerca de 500 personas tomaron parte este pasado miércoles en la concentración vecinal con la que se pretendía solicitar "el fin de las agresiones y okupaciones ilegales" en Muskiz al tiempo que se pedían soluciones "ante el clima de inseguridad" que se estaría creando en el municipio y que ya dio lugar a una manifestación antiagresiones -apoyada por el Ayuntamiento- el pasado día 21 de junio.

En este sentido, el Consistorio muskiztarra hizo público ayer jueves un comunicado rubricado por todas las fuerzas políticas municipales -a excepción de EH Bildu- en el que mostraron el apoyo "a todas las víctimas de los deleznables sucesos ocurridos en nuestro pueblo" al tiempo que condenaron "los actos violentos y comportamientos injustificables contra la integridad física de vecinos y vecinas" del municipio. Además, el comunicado anunció que en aras a mejorar la seguridad en las calles de la localidad, se están realizando gestiones "para la instalación de cámaras de vídeo vigilancia en varios puntos identificados en el informe de diagnóstico de puntos peligrosos y poco accesibles de Muskiz como la zona de Las Acacias/Artekale, parking El Malecón, Memerea y Autonomía/San Juan".

A pesar de este reconocimiento de los hechos, el comunicado rubricado por PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos matizaba que en todos los actos violentos que han sucedido en el pueblo, los presuntos autores "han sido identificados en el correspondiente atestado policial instruido por la Ertzaintza y puesto en conocimiento de las autoridades judiciales correspondientes", por lo que "como institución debemos ser cautelosos en cuanto a la calificación de los hechos, al encontrarse todos ellos en fase de instrucción judicial".

Los sucesos

El comunicado destaca que han circulado por el municipio "informaciones inexactas" por lo que manteniendo la presunción de inocencia, la protección de datos de carácter personal y con la cautela debida, trasladaron a la ciudadanía los hechos de los que se ha tenido constancia. Así, se recoge que el 22 de mayo hubo una agresión a un vecino en la que el presunto autor (no residente en el municipio) fue detenido in fraganti por la Ertzaintza. El 29 de mayo se produjo la agresión a un vecino en el callejón de la iglesia en San Juan por parte también de dos personas no residentes. "Horas después de la agresión fueron identificados por una patrulla de la Policía Local cuando supuestamente intentaban sustraer un vehículo en el parking de La Estación. Fueron identificados y trasladados a la comisaría de la Ertzaintza, donde uno de ellos (mayor de edad) acabó siendo detenido. El segundo, menor de edad, resultó imputado", reseña el comunicado. La crónica continúa el día 20 de junio con la agresión a otro vecino en el callejón de la iglesia en San Juan. El presunto autor material de la agresión "ha sido plenamente identificado" y se estarían instruyendo diligencias que serán remitidas al Juzgado de Menores de Bilbao.

Finalmente, el día 27 de junio se produjo la agresión a una vecina en la zona de Altamira. "Existen denuncias con versiones contradictorias entre dos grupos de vecinos y vecinas. Se instruyen diligencias policiales, que han sido remitidas al Juzgado de Guardia de Barakaldo", explica el comunicado municipal que quiso transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, haciéndoles partícipes del trabajo realizado por la Policía Local en colaboración con la Ertzaintza de Muskiz. "Trabajan conjuntamente para aumentar los niveles de eficacia en beneficio de la seguridad en nuestro pueblo". Una dedicación que ha destapado un presunto delito de estafa por el cobro de la RGI y Prestación Complementaria de Vivienda, a partir de empadronamientos fraudulentos en connivencia con los propietarios de, al menos, dos pisos de la localidad. "La cantidad defraudada hasta el momento ascendería a unos 150.000 euros", señalan desde el Ayuntamiento.