A partir de los años setenta los dispositivos electrónicos pasaron a salir del ámbito estrictamente militar para revolucionar nuestras vidas. La tendencia “se intensifica con Internet y la materialidad de los datos y hace que nos giremos hacia ello”, explicó Betiana Pavón, una de las profesoras que han tomado parte en el curso intensivo. Junto con Agustina Palazzo impartió una sesión dedicada a los wearables, las aplicaciones tecnológicas en moda y complementos con sorprendentes avances.La clase comenzó con una performance en la que Agustina vistió un casco creado por ambas que “funciona como un dispositivo portátil que permite escuchar el amplio espectro de radiofrecuencias”. Provisto de una antena, “recibe las frecuencias que están alrededor, lo que le permite interactuar con el entorno”. Las frecuencias “se decodifican en sonidos que utilizo como materia prima que invitan a una escucha profunda e introspectiva”. “Vengo del campo audiovisual y de las artes y me especialicé en tecnologías interactivas con el objetivo de destacar el uso de materiales intangibles, como sonido, luz o aire para relacionarme con el entorno”.

El sombrero con luces que aparece en el cartel anunciador del BD Camp es obra de Betiana Pavón, también natural de Argentina. Ganó el concurso convocado por una conocida marca de teléfonos móviles con esta obra conectada al dispositivo que con la fusión de datos, computación electrónica y moda posibilita “grabar a través del sombrero”, construido “por módulos”.

La tecnología se está convirtiendo en una “segunda piel” que ayuda a “aumentar y expandir los sentidos”, como mostraron al alumnado por medio de ejemplos ya presentes en el mercado. Desde un vestido eléctrico de Atsuko Tanaka con los medios más rudimentarios de hace medio siglo avanzando hacia el presente.

A través de vídeos detallaron cómo han cambiado el sector las chaquetas con fibra óptica comercializables de Clara Daguín con “formas circulares que remiten a las grandes ciudades y su iluminación”, o el sorprendente vestido de la diseñadora holandesa especializada en tecnología portátil Pauline Van Dongen que se alimenta de la luz del sol y la utiliza para cargar los teléfonos móviles después de “varios prototipos e investigación”.

Emocionó al alumnado la camiseta que acerca la experiencia de escuchar música a personas sordas gracias a “puntos que vibran en determinadas zonas: por ejemplo, violines en los brazos” y sorprendieron los zapatos equipados con GPS que “en un pie marcan la dirección y en otro con luces verdes o rojas si estás lejos o cerca” y la bufanda que reproduce ondas cerebrales.