La balmasedana Jennifer Ariño suscribe el dicho de que la realidad supera la ficción. El verano 2020, casi recién salidos del confinamiento aún en estado de shock, unos “impactantes hechos, como de película, que ocurrieron en mi entorno” la sacudieron despertando su inquietud escritora. Ahí había material para una novela. Partiendo de la noticia inicial, relacionada con dos muertes, “inventé el resto de la historia” y la ha publicado gracias a una editorial que se mostró tan entusiasmada como los lectores: quieren más, puesto que se trata de un libro de solo 102 páginas.Jennifer estudió empresariales en la Universidad del País Vasco y trabaja como gestora telefónica para una empresa internacional. Lo compagina con la fotografía, que le ha reportado varios galardones, y más recientemente la escritura. De hecho, no sale de casa sin su cámara y un cuaderno de notas. Como reseña la biografía que acompaña a la obra, se declara fanática de lo oscuro y lo paranormal, en la línea de la trama de su libro debut, que terminó en un mes y medio aprovechando una excedencia.

“No lo escribí con intención de publicarlo, pero me gustó y me animé a probar suerte y lo envié a una decena de editoriales, la primera respuesta fue un no, la segunda un sí y con ella me quedé: Pluma y Píxel”, desgrana. A pesar de que después no tardaron en llegar otras contestaciones intrigadas e interesadas en el libro, Jennifer se fiel mantuvo fiel a la primera editorial que apostó por ella para recorrer juntos lo que departe este proyecto.

De niño, Jonás presenció la muerte de su hermano David en extrañas circunstancias y trata de superar el trauma con el cariño de su mujer y su hija. Sin embargo, una serie de fallecimientos a su alrededor resucitarán los fantasmas que nunca terminaron de alejarse e “impelido por la acuciante duda, iniciará una huida hacia adelante, un desesperado descenso a los infiernos para poner fin a este funesto destino”. ¿Lo conseguirá? El protagonista “había encauzado su vida” cuando los acontecimientos “ponen a prueba su cordura”.

Retazos de “Stephen King o Camilla Lackberg” se pueden encontrar en el relato dividido en tres partes con otros tantos escenarios: Madrid en los años setenta, Benidorm a finales de los noventa y Bilbao en 2018, cuando la hija de Jonás ya es adulta y vive un momento trascendental. La primera parte “transcurre en un hospital o un orfanato”, capítulos que implicaron una investigación para reflejar fielmente la realidad de la ciudad en aquella época”, mientras que, al contrario que otros libros de misterio y suspense, la labor de la policía no adquiere tanto peso específico en la narración, sino que aparece “de refilón”. Le resultó especialmente dura la cruda descripción de las circunstancias de la muerte del hermano del personaje principal con la que abre la novela.

El volante invisible supone la primera incursión “ya más seria” en la literatura de la escritora, que “siempre participaba en el concurso de cuentos organizado por el Ayuntamiento” y ya está en proceso de dar forma su segundo libro. Incorporará también ingredientes personales para aderezar las peripecias de sus personajes. Le está costando más que el primero, porque “espero extenderme más”. “En principio, no estará ambientado en Balmaseda, pero nunca se sabe”, su villa natal siempre puede brindar el marco perfecto para toda acción y todo dependerá de los giros del argumento el tiempo que Jennifer invierta. Con respecto a su rutina de trabajo, “no planifico un horario fijo; un día puedo pasarme perfectamente ocho horas seguidas escribiendo y otro apenas unas líneas”, dependiendo de cómo se sienta.

Con un “buenísimo comienzo” de su andadura literaria, no pierde de vista el borrador repleto de apuntes “con ideas que no quiero que se me vayan, aunque luego puede suceder que los personajes tomen otro camino”. De momento, ya ha encandilado a los lectores, que agotaron en medio día los primeros cien ejemplares, un récord nunca antes visto en su editorial. También en establecimientos de Balmaseda voló de las estanterías.

“Hechos impactantes que ocurrieron a mi alrededor el pasado verano me inspiraron el inicio de la trama”

“Lo envié a una decena de editoriales y la segunda me respondió que estaba interesada”

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