Una de las políticas estratégicas que han permanecido invariables en las últimas legislaturas en el municipio de Muskiz ha sido la atención constante a la mejora de la red viaria con especial atención a los necesidades de comunicación y vialidad de los numerosos barrios periféricos del enclave minero. Una política sostenida que tras culminar en gran manera este plan sectorial, con actuaciones en lo principales barrios de la localidad minera, ha vuelto sus ojos hacia otras vías de comunicación viaria que pueden considerarse como de máxima prioridad para los vecinos de este enclave del oeste vizcaino. Es el caso de la vía que discurre de forma paralela a la BI-3794 entre los núcleos históricos de San Juan y de San Julián de Musques. Un trazado de apenas un kilómetro y medio de longitud que sirve al mismo tiempo de conexión con el centro urbano para el populosos barrio de Oiankas y el de Fuentevieja.

En este sentido el Ayuntamiento de Muskiz adjudicó, el pasado lunes en Junta de Gobierno Local, la redacción de un proyecto valorado en 15.000 euros más IVA, que tiene por objeto dar respuesta a esta antigua demanda vecinal como es la mejora de la viabilidad que une el barrio de San Juan - Fuente Vieja con el barrio de San Julián de Musques.

“A los redactores del proyecto lo que les hemos pedido es que no queremos simplemente que esa carretera sea reasfaltada y mejorada, aunque su asfalto está muy desgastado y lleva muchísimos años sin actuar sobre él de una manera integral y bueno, cualquiera de los que circulan por el entorno con su vehículo pues se dan cuenta de que hay varios pequeños baches y parece que estás circulando sobre piedrillas más que sobre asfalto. Entonces, a parte del reasfaltado propio de la carretera queremos ser un poco más ambiciosos”, planteó el alcalde de Muskiz, Borja Liaño quien resaltó que se trata e una carretera de índole municipal “donde hay mucho tránsito donde hay viviendas o pasos peatonales que no están bien indicados. Por ello el objeto es contar con un proyecto de movilidad integral de la zona”, subrayó Liaño.

Seguridad

Desde el Ayuntamiento se quiere proceder a la renovación del asfaltado debido a su actual estado y desgaste, pero también a una actualización del mismo atendiendo también a otras cuestiones de vital importancia para regular el tráfico rodado y peatonal. Es por ello, por lo que el consistorio ha encargado este proyecto para que se recoja en él todas estas necesidades de mejora, como pueden ser el estrechamiento de la calzada en algunos puntos del recorrido o la semaforización. Con estas actuaciones se conseguirá reducir la velocidad de los vehículos y, además, se dotará de una mayor seguridad a las personas que caminan por ese entorno. “Lo que esperamos es contar con un proyecto de movilidad de forma que contemple en algunos tramos del propio recorrido que se pudiese llegar a estrechar la calzada haciendo un único sentido en tramos pequeñitos para facilitar así el acceso peatonal de vecinos, bien regulado con semáforos o como ellos lo puedan plantear. Son ideas que les hemos ido facilitando Incluso en alguno de esos tramos se podría hacer algún sobre elevamiento de la calzada para crear una calzada con preferencia hacia el peatón o marcando en algunos tramos esas preferencias de tráfico peatonal”, planteó el alcalde muskiztarra. Igualmente en el caso de la acera que transcurre entre Fuente vieja y San Julián, hundida con bastantes baches, se ha solicitado una mejora de ese entorno.

Cabe destacar, que la empresa redactora del proyecto, será la que recomiende al consistorio cuáles son los posibles puntos de actuación para conseguir cubrir las necesidades que demanda este vial. En este sentido, el alcalde avanzó que el esta es una obra “importante” y situó en unos 600.000 euros el posible costo de licitación. “Es pronto para saber el coste real de esta obra. Hablamos de una estimación del posible coste de ejecución de la misma que puede que se quede en 500.000 o en algo más de 600.000 euros de licitación”, explicó el alcalde muskiztarra quien avanzó que el deseo municipal es contar con el proyecto de ejecución con el tiempo suficiente para poder sacarlo a licitación antes de finalizar el año. “Es un proyecto que vamos a liderar desde alcaldía y la concejalía de urbanismo con la idea de que los vecinos puedan participar y aportar alguna idea bien de mejora o si alguna de las cuestiones que se plantean pudiesen generar inconvenientes”, destacó Liaño.