Son tiempos de incertidumbre y de constantes cambios en las reglas del juego para el sector de la cultura a causa de la pandemia y las medidas para tratar de reducir su impacto en la salud pública. Pese a todo, el Serantes Kultur Aretoa de Santurtzi lleva medio año ofreciendo espectáculos, siendo uno de los primeros espacios culturales del territorio en reabrir sus puertas. El edil de Cultura del Ayuntamiento de Santurtzi, Itsazain Ortolatxipi, hace un balance "positivo" de estos seis meses y reconoce que "ahora lleva mucho más trabajo programar y organizar espectáculos" debido a la incertidumbre.

Se han cumplido seis meses desde que el Serantes Kultur Aretoa reabriese sus puertas tras el cierre obligado por la pandemia. ¿Qué balance hace de esta vuelta a la actividad?

—Hago un balance positivo. Fuimos si no los primeros, de los primeros espacios culturales que reabrieron sus puertas porque teníamos claro que con todos los protocolos a seguir, la cultura es segura y es muy necesaria. Empezamos en julio con Nortasun Kultur Festa y, al principio, la gente tenía cierto reparo a asistir a espectáculos en directo, pero pasado el verano, el público ha ganado en confianza y está dando una respuesta magnífica a nuestras propuestas culturales.

Muestra de esa respuesta es el haber agotado en cuestión de horas las entradas para los dos conciertos acústicos que ofrecerán a finales de febrero Kutxi y Razkin.

—Sí, la grandísima acogida que han tenido esos dos conciertos son un ejemplo claro de que la gente quiere cultura y que está apostando por ella. También funcionó de manera espectacular el concierto de Ara Malikian y hemos organizado un año más nuestro Festival Internacional de Teatro... Aplicando todos los protocolos sanitarios y con reducción de aforo, hemos intentado que el SKA funcione con la mayor normalidad posible. Creo que se está siendo injusto con el sector cultural al ponerle tantas limitaciones en su funcionamiento porque se está demostrando que la cultura es segura. Según los datos ofrecidos en diciembre, de todos los brotes que ha habido en el Estado, solo uno se dio en un espacio cultural. Eso da cuenta del nivel de seguridad que ofrece este sector.

El Festival Internacional de Teatro es uno de los referentes de la cultura en Santurtzi. Imagino que el mantenerlo pese a la pandemia habrá sido uno de sus objetivos prioritarios.

—El Festival Internacional de Teatro está muy asentado en el municipio y éramos conscientes de que, si las condiciones sanitarias y las normativas vigentes lo permitían, teníamos que hacerlo. Lo hemos hecho, quizá en un formato más reducido que en otras ediciones debido a la pandemia, pero Santurtzi ha podido disfrutar un año más del mejor teatro y el público ha respondido muy bien.

¿Cómo se programa a día de hoy con la incertidumbre existente?

—Lleva mucho más trabajo programar y organizar porque tenemos que ponernos en varios posibles escenarios. Antes trabajábamos sobre certezas y, ahora mismo, cuando se cierra la contratación de un concierto o una obra de teatro, tienes que hacerlo teniendo en cuenta que puede haber muchos cambios. También a la hora de organizar espectáculos. Ejemplo de ello han sido las actividades que hemos ofrecido este año en Navidad. Hasta el último momento no sabíamos qué actividades se iban a poder hacer por decreto. Ahora, tenemos que trabajar el doble para hacer posibles espectáculos que, en algunos casos puedan lucir menos que antes, pero tenemos que seguir para delante y continuar trabajando para ofrecer a la ciudadanía actividades culturales.

La situación actual les hace mirar más a corto plazo.

—Nosotros seguimos trabajando en la programación cultural de todo el año, pero sí hemos optado por presentar solo la de este primer trimestre cuando antes lo hacíamos de manera semestral. Eso no quiere decir que no estemos trabajando en la organización de, por ejemplo, las fiestas de este año o el Sardinera Eguna. Nosotros trabajamos en la labor de organización como siempre, contemplando varios escenarios y, entre ellos, el de no poder hacer finalmente esas actividades o fiestas. Tenemos que tener alternativas para poder ofrecer espectáculos y eventos ajustados a la situación sanitaria de cada momento.

¿Los santurtziarras han salido del confinamiento con hambre de cultura?

—Aunque costó arrancar, la gente está apostando por la cultura porque en esos meses de confinamiento se vio que era muy necesaria. La gente, sobre todo, está apostando por los espectáculos musicales y teatrales, no así por el cine. Para el cine el confinamiento ha tenido un efecto muy negativo, porque mucha gente ha descubierto plataformas en las que cuentas con un amplio número de títulos de diferentes géneros y, por desgracia, las salas de cine se están vaciando. Nosotros, siendo un espacio financiado con recursos públicos hemos tenido que ser responsables y adecuar la oferta a la demanda existente.

Por ello, ahora hay proyecciones de cine de jueves a domingo, cuando antes había a diario. Eso ha hecho que los trabajadores del SKA inicien una serie de protestas por sus condiciones laborales con la empresa concesionaria del servicio.

—Entendemos su situación y no es plato de buen gusto haber tenido que ajustar el servicio a la demanda, ojalá hubiésemos tenido que ampliarlo por la alta cifra de usuarios. Hemos hablado con ellos y les hemos trasladado las líneas del próximo pliego que entrará en vigor en febrero y esperamos que con este nuevo contrato y la mejora de la situación global, las condiciones de estos trabajadores mejoren.

¿Cómo ve el futuro de la cultura?

—El futuro cercano lo veo con optimismo, aunque soy consciente de que podemos pasar otro año similar al anterior. Cuando hablo de futuro cercano me refiero al próximo verano y otoño, porque todo hace indicar que para la primavera la situación sanitaria va a ser similar a la actual.

"Tras el verano, el público ha dado una acogida magnífica a los espectáculos que se han programado en Serantes Kultur Aretoa"

"Trabajamos en varios escenarios en la organización de espectáculos y fiestas, entre ellos, el de que no se puedan realizar"