Los vecinos del núcleo de Pobeña están hartos de la falta de consideración de la Demarcación de Costas para con este reducto del municipio de Muskiz que se asienta orillado a la ría del Barbadun y cruzado por un arroyo, el Valles, que desemboca en el mar tras atravesar el linde de la antigua marisma interior hoy desecada. "Estamos hartos de que Costas no nos haga ni caso y no atienda nuestros requerimientos para que cuide de los terrenos sobre los que tiene la responsabilidad como la marisma, el arroyo Valles o los árboles que limitan la marisma y cuyas raíces están levantando la acera y los adoquines de la carretera", resume uno de los vecinos que de manera recurrente ha llevado la queja vecinal al Ayuntamiento minero. "La respuesta es siempre más o menos la misma. Esos terrenos son competencia de la Demarcación de Cotas y nosotros como Ayuntamiento de Muskiz no podemos actuar directamente", reseña el ciudadano que explica a DEIA los frentes abiertos con el organismo estatal.

"Por un lado, padecemos una situación de riesgo de inundación en la zona central de Pobeña ya que, de manera cíclica, y a pesar del muro de contención existente en el arroyo, cuando hay mareas altas o vivas, sobre todo en el equinoccio de invierno, el agua se desborda al alcanzar el puente sobre el arroyo. Hasta la plaza ha" llegado el agua en alguna ocasión", remarca este vecino, que sostiene que sería importante eliminar las acumulaciones de arena que se generan, "ya que facilita que el agua se salga del cauce" y vallar el puente y sus laterales hacia la playa "para contener el desborde en el pueblo y favorecer que si lo hay, sea hacia la marisma desecada".

Nido de ratas

Una marisma cuya "dejadez" la ha convertido en un "foco de suciedad y en un auténtico nido de ratas y de basuras, ya que no hay ningún tipo de mantenimiento". Incluso "las zarzas y los jaros saltan por encima del murete perimetral de la marisma impidiendo que pueda ser usado como asiento por los vecinos y los visitantes", denuncia el portavoz vecinal, quien señala "que a veces los operarios de jardinería que acuden a mantener el arbolado de la zona municipal cortan algunos jaros que se meten en el camino peatonal marcado junto al muro, por vergüenza torera, aunque no sea su cometido". En este sentido, Pobeña pide un mantenimiento continuado de la marisma "para que deje de ser un estercolero lleno de ratas y de todo tipo de basura", sostiene el portavoz vecinal.

Un mantenimiento que los vecinos hacen extensivo al arroyo Valles que accede a la ría del Barbadun bordeando en paralelo el antiguo lavadero de ropa y bajo el puente romano pasando por la calle principal de Pobeña hasta conectar con el cauce mareal. "Este arroyo es el desagüe natural de la zona alta de Muskiz que corona Pobeña y vemos como se están derruyendo las munas de piedra obstruyendo el cauce sin que nadie haga nada", reclama el pobeñés indicado que "este es un arroyo que discurre entre varias edificaciones que pueden verse afectadas si se desbordase".

Por último, los pobeñeses están comprobando como el crecimiento experimentado por los árboles de gran porte plantados en ambas orillas de la carretera de acceso al núcleo urbano -en concreto, frente al albergue de peregrinos- "está levantando poco a poco las baldosas del paseo, los alcorques donde están plantados e incluso empieza a afectar a los adoquines del borde de la carretera", reclaman.