L día a día, el modo de vida de hosteleros y comerciantes se basa en alzar la persiana de su negocio y trabajar para vender sus productos u ofrecer sus servicios. En muchos casos, eso hace mes y medio que no ocurre con el grandísimo perjuicio que eso acarrea para sectores como el comercio y la hostelería. Cada día que pasa, es una jornada más de cierre, pero también es una jornada menos para ese día soñado en el que las persianas de los negocios vuelvan a subirse y hosteleros y comerciantes vuelvan a ver el día a día de un mundo que será diferente al anterior, pero que no se parecerá nada a lo que se está viviendo en estas seis semanas de confinamiento. De cara a ese momento en el que el comercio y la hostelería de Barakaldo regresen a la actividad, la Agencia de Desarrollo Local de la localidad fabril, Inguralde ha llevado a cabo la campaña En Barakaldo, Persianas Arriba.

El punto más importante de esta nueva campaña impulsada por el Consistorio barakaldarra es un vídeo que se ha publicado por diversos soportes municipales y en el que se muestra la realidad que se vive actualmente, las calles vacías y comercios cerrados, pero también la certeza de que, en breve, muchas de esas persianas volverán a levantarse para ofrecer, al igual que ocurría antes del estallido de esta crisis sanitaria y social, sus productos y servicios. En ese momento en el que las persianas vuelvan a subirse, el papel de la ciudadanía va a ser muy importante para que los negocios de la localidad fabril empiecen a coger el vuelo de nuevo y así lo refleja este vídeo que dura cerca de minuto y medio. “Comercio y hostelería están ahora donde les necesitamos, en sus casas. Pero habrá un después, y es en ese momento donde los y las barakaldesas tendremos que estar donde ellos nos necesiten, que es en sus comercios, bares y restaurantes”, apunta Amaia del Campo, alcaldesa de Barakaldo.

Devolver a estos sectores parte de lo que han aportado a la ciudadanía, ese es el lema de este vídeo, lo que intenta transmitir a los barakaldarras. Los negocios, habitualmente han aportado a la ciudad levantando la persiana, pero en esta situación excepcional su aportación se ha llevado a cabo bajando la persiana, cerrando a cal y canto sus negocios en favor de la salud de la ciudadanía. “Esa tiene que ser nuestra fortaleza como pueblo, ser conscientes de que el esfuerzo y la solidaridad que ha demostrado el comercio y la hostelería con la ciudadanía, tenemos que devolverles el esfuerzo consumiendo en Barakaldo”, indicó Del Campo.

Campaña informativa

Además de esta iniciativa, el Consistorio fabril está llevando a cabo una campaña informativa entre comerciantes, hosteleros y autónomos de la localidad para que conozcan de primera mano las ayudas que ofrecerá el Ayuntamiento y otras acciones como, por ejemplo, la puesta en marcha de dos iniciativas de Bono Barakaldo, entre otros. Esos bonos serán, sin duda, un impulso más para el comercio y la hostelería cuando las persianas se alcen.