Zierbena - En las finales del campeonato de bolos a katxete por parejas celebrado en el carrejo del barrio de La Arena de Zierbena no se cumplieron los pronósticos, lo que procuró una amena y animada jornada bolari que se cerró con dos nombre propios: Urioste, cuyo carrejo logró las txapelas tanto en hombres como en mujeres, y Roberto Ruiz, bolari cuya efectiva actuación en la final encandiló a la concurrencia y a los propios rivales. “Sin duda, la clave de la victoria ha estado en el nivel que ha presentado Roberto, que ha sido un nivel muy alto con una media de casi cinco bolos por bola”, destacaba Juan Carlos Gómez, quien junto con su compañero de ayer en la final, Kike Kalabozo, ya sabe lo que es proclamarse campeón del parejas (1997) y es uno de los bolaris de referencia en esta temporada que le ha llevado hasta el momento al cuarto puesto en el Torneo de la Regularidad Máster Petronor, empatado con el bolari barakaldarra Alex Torres.

Pero si alguien estaba orgulloso del papel de Roberto (56 años) era su hijo Aarón (23), que ya goza en su palmarés de importantes campeonatos y torneos y representa a la nueva generación de bolaris. “La clave del partido ha sido como ha tirado mi padre hoy porque los otros tres finalistas estamos en el circuito bien posicionados, pero mi padre ha sido la gran sorpresa para todos sin ninguna duda. Ha jugado tranquilo, sobre todo porque los nervios te pueden jugar una mala pasada. A mí me han afectado porque ganar con mi padre me hacía una ilusión especial”, indicaba el joven bolari del carrejo ortuellarra, que con su aita logra un hito en el palmarés de la prueba.

Roberto Ruiz se sintió a gusto tirando en el carrejo de La Arena, en una temporada para enmarcar. “La verdad es que llevo un campeonato en el que he estado tirando muy cómodo pero no me explico por qué. Estoy haciendo más bolos que cuando tenía 25 años”, señalaba el bolari de la sociedad Talka quien se mostraba eufórico “porque yo siempre quería que Aarón jugara en parejas con otro bolari porque tendría más posibilidades de ganarlo y él siempre ha estado empeñado en jugarlo conmigo y el premio lo tengo ahora”.

Por lo que respecta al partido en sí, los bolaris emplearon 24 tiradas para sobrepasar los 250 bolos en los que se fijó la final. Sobre un carrejo con un estado impecable -había sido segado el día anterior- los bolaris compitieron con bolos de unos 850 gramos, algo ligeros para los más puristas, pero que garantizó la emoción y el espectáculo de buenos emboques con tiradas en las que los Ruiz firmaron dos bolas de nueve bolos, sobre diez posibles, algo no muy habitual. Aarón destacó con una media de 5,79 bolos por bola.

Chicas Con anterioridad se celebró la final femenina en la que las zierbanatas de La Cuesta, Lorena y Naroa Renovales, claramente favoritas al menos por su trayectoria en las clasificatorias, no pudieron frenar a las bolaris de Urioste, Andrea Aranda y Verónica Zurdo que cerraron el lanzamiento de sus 16 bolas con un total de 113 bolos frente a los 81 de La Cuesta. “Hemos jugado sin presión”, destacaron las de Talka.