Santurtzi - Estamos a punto de consumir la primera quinta parte del siglo XXI, pero aún hay muchos hitos que las mujeres no han podido lograr en esta sociedad que, aún hoy, les pone barreras y dificultades para conseguir cosas que, históricamente, los hombres han realizado con total normalidad. Por eso mismo, por desgracia sigue habiendo mujeres pioneras en campos de la sociedad muy diversos. Desde el pasado sábado, la santur-tziarra Judith Fraiz pertenece a ese grupo de mujeres que han roto con los esquemas establecidos por la sociedad y que han logrado derribar una barrera que, hasta la fecha, ninguna mujer vizcaina había logrado tumbar. Judith, a sus 21 años se convirtió el pasado fin de semana en la primera mujer en arbitrar un partido de fútbol sala de categoría nacional. “Esperemos que, cada vez, la mujer tenga mayor presencia en el arbitraje de fútbol sala y que cada vez seamos más las que pitemos en categorías nacionales”, explica Fraiz quien, además, debutó en su pueblo, en el polideportivo Mikel Trueba, ya que el partido que le correspondió pitar fue el Santurtzi-Rodiles de la Segunda División femenina. “Fue una experiencia bonita porque vinieron familiares y amigos a verme y, además, fue un partido que no fue difícil de pitar”, señala esta joven estudiante de Ciencias de la Actividad Física que espera acabar próximamente sus estudios.

Judith no esperaba que le llegase tan pronto la oportunidad de pitar un encuentro de categoría nacional. Hace tres años dio el paso de adentrarse en el mundo del arbitraje de fútbol sala. “Jugaba y entrenaba en fútbol 11 y quería hacer más cosas y, por eso, me preparé para arbitrar fútbol sala”, explica la santurtziarra. Su ascenso ha sido meteórico en los últimos meses, ya que ha pasado de pitar esta misma temporada en Primera Territorial a hacerlo, en primera instancia, en Preferente para más tarde dar el salto a Liga Vasca. Pero aún le quedaba otro salto por dar en esta campaña. Era el paso más inesperado, pero hace diez días una llamada de teléfono lo cambió todo. “Cuando me llamaron de la Federación para decirme que iba a pitar en Segunda División Femenina, aluciné. Desde es mismo momento, estuve nerviosa”, reconoce. Además, del cambio de categoría, la variación más notable para Judith era la de arbitrar junto a otro colegiado, en este caso fue David Ocaña. “El tiene muchísima experiencia. Lo más importante es coordinar los movimientos entre los árbitros, que cada uno sepamos colocarnos para abarcar el mayor campo posible”, reconoce esta joven que espera seguir dando pasos adelante en el mundo del arbitraje. “Ojalá pueda pitar en primera división”, desea.

Vida llena de fútbol Sus 21 años de vida son difíciles de explicar sin mencionar las palabras fútbol y balón. Desde muy pequeña se aficionó a dar patadas al esférico y, actualmente, juega en el Peña Athletic de Santurtzi. Allí, desde la banda derecha del ataque de su equipo, disfruta de su deporte favorito, pero lo que empezó como una carrera como jugadora, más tarde le llevó a, también, dar el salto a los banquillos lo que le ha llevado a entrenar al infantil femenino del Peña Athletic de Santurtzi. “Una cosa llevó a la otra y disfruto jugando, entrenando y arbitrando”, apunta esta joven que echa de menos “la presencia de más mujeres dirigentes en el mundo del fútbol en particular y de la sociedad en general”. Las cosas han de cambiar, de hecho, puede que ya estén cambiando porque Judith ya puede decir que ha pitado en categoría nacional.