El buen corazón y las excelentes letras de Antonio Menchaca Careaga se sintieron con fuerza el pasado día 15, cuando el escritor, marino y filántropo getxotarra, de enorme carácter solidario, habría cumplido 100 años. Por ese motivo, el Patronato de la Fundación Antonio Menchaca realizó un tierno acto de homenaje en el cementerio de Plentzia, localidad en la que está enterrado y de la que procede una parte de su familia, muy vinculada al mar y a las actividades navieras.Antonio Menchaca Careaga falleció en 2002 y dejó una obra literaria admirable, formada por numerosos ensayos y artículos, y diez novelas, entre las que destaca su obra cumbre Las Cenizas del Esplendor, un retrato de la sociedad de Bilbao, Neguri y su entorno, desde la industrialización hasta finales del siglo XX. “A través de una imaginaria marquesa de Avendaño que va desgranando sus recuerdos, resume de forma magistral el nacimiento, desarrollo, esplendor, decadencia y muerte de su natal Neguri. Difícilmente podrá encontrarse, desde Paz en la guerra de Unamuno, una crónica tan fiel, galana y fresca como este relato apasionante de Menchaca, que es una verdadera acta de la evolución de la sociedad bilbaina”, enfatiza Auñamendi Eusko Entziklopedia.

Pero además, en 1974 creó la Fundación Antonio Menchaca, en memoria de su padre, y a través de ella apoyó a los más desfavorecidos. Su hija, María Menchaca, continúa hoy con esa labor, que desde 1974 ha proporcionado más de tres millones de euros en ayudas a entidades sociales.