El esfuerzo inherente al desafío deportivo, el sudor que expulsan las ganas de superación, la lucha ante el mar -tantas veces embravecido-, los rayos de sol que se clavan en el rostro, el viento que alborota los cabellos, la alegría del éxito, el sinsabor del resultado no deseado€ Las regatas se marcan en la piel. Y esas huellas, esos reflejos, esas heridas de guerra han sido capturadas por la cámara de Juan Félix Ruiz. El fotógrafo getxotarra residente en Sopela expone en el RCMA-RSC, el Marítimo, de Las Arenas, las instantáneas que realizó a mujeres regatistas justo después de competir en el Mundial de J-80 de 2019. Es parte de la obra Women in sport Portraits, que retrata a chicas que practican distintos deportes tras darlo todo en la cancha, en la pista, en el agua o en el campo. Juan Félix ha visto la belleza del cansancio, del quedarse sin aliento, del vaciarse. No hay pintalabios. No hay poses.

"Este proyecto empezó en 2017, me acuerdo muy bien del momento: estaba viendo el Teleberri y le estaban haciendo una entrevista a una jugadora del Getxo Rugby. Acababa de terminar el partido y me quedé fascinado por su expresión de agotamiento, de tensión€ era un gesto descompuesto y estéticamente me parecía impresionante. Me quedé pensando por qué realmente me fascinó tanto. Yo regateo desde hace tiempo y ya había visto esas expresiones, pero me sorprendió. Me di cuenta de que quería mostrar ese instante y hacer algo que me llenara personalmente; por eso hice esta serie sobre mujeres deportistas", explica el propio autor. Así, de las paredes de la pérgola de El Saltillo del Marítimo cuelgan estos retratos, reales a bocajarro, que estarán expuestos durante todo este mes. "Es un lado de las mujeres que me parecía menos conocido y, como fotógrafo, me parecía fascinante, atractivo, tan lleno de contenido, de expresividad€ Contacté con las jugadoras de rugby, pero por una serie de razones, no pude empezar el trabajo. Y llegó 2019 y decidí hacerlo con las regatistas; se celebraba el Mundial de J-80, que es una competición mixta, y fotografié a todas las mujeres que participaban", rememora Juan Félix.

Las imágenes conjugan tamaños de mayor y menor formato. Todas son en blanco y negro y de planos medios. De frente. Un fondo neutro. Naturalidad. No hay decoración. No hay artificios. "Buscaba la gestualidad, la expresión, ese instante: algunas están contentas, otras resignadas, otras están exhaustas. Intenté que ellas se mostraran como quisieran, no fui muy intervencionista. A veces, hacía una serie de cuatro o cinco fotos y tendían a sonreír, pero me gustaba aprovechar otros instantes, de hecho, en la selección final hay algunas en las que no están mirando a cámara. Era algo fugaz, pero yo estaba atento", comenta el fotógrafo.

'Sin filtros'

Las mujeres, entre las que hay canadienses, indias o inglesas, salen con transparencia y las imágenes también rehuyen de tratamientos. "Quería la menor intervención posible. Las fotos no están retocadas, no he incrementado el contraste de manera artificial, no he quitado marcas, buscaba mostrar lo que yo estaba viendo en esos momentos y que era la realidad", admite el autor. Que las creaciones fueran en blanco y negro era una consigna indiscutible. "Era fundamental porque el color es otro canal de información. Añades más capas y eso te impide ver de una manera limpia las capas inferiores. Eliminar el color era importante, porque, en este caso, restaba", opina Juan Félix, acostumbrado desde hace muchos años a mirar la vida a través de su objetivo. También es profesor, descubre sus secretos fotográficos a los alumnos, les inyecta aún más esta pasión. "Siempre me ha gustado la idea de enseñar, tengo mucha vocación didáctica, incluso he sido profesor de dibujo técnico en ingenierías industriales. Y ser profesor de fotografía es muy reconfortante y gratificante", sostiene. Así seguirá mientras avanza en su proyecto de mujeres en el deporte, adentrándose en más terrenos toda vez que la pandemia permita ese camino.