La Agencia Vasca del Agua, URA, remitió al Ayuntamiento de Durango una propuesta de convenio, después de la reunión mantenida con la administración local y los propietarios del edificio del nº23 de la calle Urribarri, que se halla fuera de ordenación. El convenio tiene como objetivo la coordinación de las actuaciones del derribo del Gaztetxe y la posterior sustitución del puente de Montevideo, por otro de mayor sección. "Ambas actuaciones son necesarias para aumentar la capacidad del río Mañaria a su paso por Durango y, por tanto, reducir significativamente la probabilidad de que sucedan episodios de inundaciones en el casco urbano. Se trata de sustituir el puente para reducir muy significativamente la probabilidad de que el río Mañaria entre en carga en episodios de aguas altas. Y es que el puente actual presenta una sección donde las aguas altas podrían chocar con el puente con relativa facilidad y recrecer la lámina de agua inmediatamente aguas arriba del puente, en plena trama urbana", explicaron desde URA.

En lo que al proyecto se refiere, previamente a la sustitución del puente se requiere que el Ayuntamiento acometa el derribo de las viviendas y locales del número 23 de la calle Urribarri, que retire la losa de hormigón sobre la que se construyó el edificio y que consolide la margen derecha residencial del entorno. Posteriormente, en una segunda fase, URA demolerá el puente Montevideo, que colinda con el Gaztetxe, y lo sustituirá por otro de mayor sección que permitirá dejar fluir las aguas del río cuando éste baje crecido.

Por otro lado, la financiación a cargo de URA ascendería aproximadamente a 1.160.000 euros. En el apartado técnico, dado que el puente se halla en plena trama urbana y que se ha de trabajar desde el cauce, las obras requerirán la construcción de una ataguía o encauzamiento temporal para modificar el flujo del agua y permitir a las máquinas actuar sobre el puente. Ambas actuaciones permitirán una mejora sustancial del estado del tramo del río al liberarlo del edificio fuera de ordenación construido sobre él, y adicionalmente, se gana capacidad hidráulica en un cauce que atraviesa una zona densamente habitada.

Solución definitiva

Desde el PNV aseguraron ayer jueves que se habían enterado a través de la prensa que URA había trasladado un convenio al Ayuntamiento para que la administración local acometa el derribo de las viviendas. En este sentido, los jeltzales volvieron a instar al Consistorio a que "dé los pasos necesarios para solucionar definitivamente este problema que se debía haber solucionado en la anterior legislatura y no se pudo solucionar por los obstáculos puestos por los que ahora gobiernan", lamentaron.

Tras un largo proceso de negociación, en la anterior legislatura el Ayuntamiento, entonces gobernado por el PNV, alcanzó un acuerdo con URA para llevar a cabo el derribo del edificio con el fin de garantizar la salud de los durangarras. "Sin embargo, dicho acuerdo no pudo prosperar debido al inicio de un proceso judicial iniciado por quienes ahora gobiernan. Se trata de un proyecto que se podía haber solucionado mucho antes y lamentamos que se esté alargando tanto. El estado actual del edificio es causa de inseguridad e insalubridad, lo que crea una gran preocupación a los vecinos de la zona que en febrero de 2021 llevaron a cabo una recogida de firmas y presentaron una moción que fue aprobada por unanimidad en sesión plenaria", criticó Mireia Elkoroiribe, portavoz de la entidad jelzale.