Residente en Sheffield desde hace dos años y medio, el nombre del berriztarra Eder Lomba López de Ipiña ha entrado en la historia de la escalada deportiva de Inglaterra. No en vano, el escalador vasco acaba de encadenar el Rainshadow, vía con el máximo grado de dificultad: 9a. Se trata de uno de los novenos más populares en el país; fue Steve McClure quien se apuntó la primera ascensión en 2003 después de mucho tiempo trabajando la línea. “La verdad que estoy muy contento porque en todo el mundo doce personas hemos sido capaces de encadenar esta vía. Soy el primer vasco en escalarla y eso siempre motiva”, valora orgulloso el berriztarra.Siempre se dice que el amor mueve montañas y en el caso de Eder las escala. Y es que a su pareja Emily la conoció escalando en el rocódromo de Durango. Nacida en Herefordshire, uno de los cuarenta y siete condados de Inglaterra, llegó a Durango con la intención fundamental de aprender castellano e impartir clases de inglés. “La primera vez que vi a Emily fue en la calle, bromeé con una amiga y le dije: mira la futura madre de mis hijos. Tres días después me la crucé en el rocódromo; fue bastante gracioso. Yo hablo con todo el mundo, a ella le interesaba charlar para aprender castellano y nos caímos bien”, recuerda con mucho cariño aquellos inicios con su actual pareja.

Tras tres años viviendo en el municipio de Durango, Emily decidió seguir sus estudios de neurociencia realizando un máster en Sheffield. Con las maletas cargadas de ilusión, la pareja se trasladó a Sheffield, donde Eder se dedica a su gran pasión: la escalada deportiva. Guardando desde siempre una estrecha relación con la montaña, el berriztarra comenzó con la escalada deportiva en 2014. Sus inicios fueron en Berriz y Durango dedicándole desde el comienzo muchas horas. “Siempre he estado interesado en el entrenamiento de escalada y enseñar a la gente cómo hacerlo. Disfruto compartiendo mis conocimientos y empecé también de monitor”, reconoce satisfecho de su trayectoria.

En la actualidad, Eder entrena al Team Foundry. Un equipo de escalada formado por 35 jóvenes con edades comprendidas entre los 9 y 16 años y los resultados están siendo muy positivos y esperanzadores. “La experiencia está siendo muy enriquecedora. Mi compañero Nick y yo hemos conseguido meter a tres escaladores en el equipo nacional. Somos los únicos de Inglaterra con más de un deportista seleccionado y el año que viene serán otros dos ya que por edad todavía no pueden. Son jóvenes, pero viendo el nivel que tienen seguro que dan para los mundiales”, augura optimista en su faceta de formador.

El pasado 8 de abril Eder entró en la historia de la escalada deportiva tras encadenar el Rainshadow. El berriztarra es el segundo escalador de fuera de la isla en conseguirlo. En este sentido, recuerda como antes de llegar a Inglaterra desconocía la escalada en el país y metió en YouTube 9a escalada y visualizó un vídeo de Ben Moon escalando esa vía. El hecho de lograr encadenar Rainshadow no ha sido nada sencillo. El berriztarra ha empleado una veintena de días de trabajo en la vía, repartidos en dos años. Tras un intento fallido por las condiciones meteorológicas, llegó el confinamiento y meses de encierro. Finalmente, hace poco más de un par de semanas logró la hazaña. “Esta vía me ha enseñado a ser paciente, pero sobre todo me ha demostrado que si luchas por algo y te sacrificas las cosas salen”, puntualiza con criterio a sus 27 años.

Con una dedicación mínima de cuatro horas diarias, al margen de las clases que imparte a los jóvenes, para Eder Lomba López de Ipiña “la escalada lo es todo” y piensa 24 horas al día en ello. Tras los entrenamientos de la mañana e incluso sesiones que las lleva a cabo por la noche, antes de meterse a la cama “puedo dedicarle cerca de quince minutos a un ejercicio específico para fortalecer los isquiotibiales”, asegura con naturalidad el deportista berriztarra.

Reconociendo que “echo en falta la comida de casa y sueño con las alubias de ama”, Eder ya se ha fijado un nuevo propósito: en la misma cueva está probando un proyecto 9b, la vía más difícil de Inglaterra. “El día que hice la vía conecté unas secuencias complicadas que puedo hacerlas también. Estoy trabajando en ello y ojalá pueda hacerla antes de que llegue el verano y el calor”, adelanta ambicioso el escalador que desea seguir disfrutando del mundo de la escalada en su día a día.

“Siempre he estado interesado en el entrenamiento de escalada y enseñar cómo hacerlo”

“Esta vía me ha demostrado que si luchas y te sacrificas, las cosas salen”

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