- El Gobierno vasco trasladó un mensaje de tranquilidad ayer a Durangaldea en relación a la calidad del aire asegurando que los estudios de la zona confirman que todos los parámetros son menores a los señalados por las directivas europeas. "No hay un problema de salud; hay que tranquilizar a la población. La calidad del aire es respirable, es buena", explicaron desde Medio Ambiente.

En la reunión, presidida por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en la que participaron también los alcaldes de Durango y Iurreta, y la presidenta de la Mancomunidad de la Merindad del Duranguesado, Mireia Elkoroiribe, se trataron las emisiones de benceno detectadas en un estudio encargado por el Ayuntamiento durangarra. Desde el Gobierno vasco se insistió en el mensaje de tranquilidad a la población ya que los niveles de benceno que respiran están por debajo de los permitidos. Muestra de ello, en la estación de medición de la calidad del aire de Durango, ubicada en la escuela de Zabalarra, la media del año 2020 hasta el 31 de agosto es de 0,65 microgramos por metro cúbico, muy por debajo del valor límite de 5 como media anual.

El Departamento que dirige Arantxa Tapia quiso recordar que, a finales del año 2017 ya "se detectaron niveles de benceno en un punto de Durango que, sin superar la media anual prevista en la normativa, eran superiores a los detectados en otros entornos de la Comunidad Autónoma Vasca". Por ello, se creó un grupo de trabajo específico que incorporó a personal de diferentes servicios de la Viceconsejería de Medio Ambiente y de Salud Pública, para hacer un estudio de las posibles fuentes de ese contaminante.

Tras un "exhaustivo" análisis, se descubrió que el principal origen de benceno era la colada de fundición sobre modelo de poliestireno expandido, "cuestión que ni siquiera los documentos europeos BREF tenían contemplado".

Respecto al informe realizado por Tecnalia, desde Lakua aclararon que el objetivo de ese trabajo no era conocer la calidad del aire de Durango sino los olores, "de ahí que solo disponga de catorce datos. Hay que destacar que los dos picos que menciona se detectaron en octubre y en diciembre de 2019, antes de la puesta en marcha de las medidas correctoras por las dos empresas de la zona que realizaban ese proceso y emitían benceno, quienes en un tiempo muy breve proyectaron y ejecutaron dichas medidas". Entonces ya "se informó de ello al Ayuntamiento de Durango, a Salud Pública, a Osalan, a comunidades autónomas, a la Asociación Vasca de Fundidores y a la población. Se trabajó en colaboración con las dos empresas de la zona que realizaban ese proceso y emitían benceno, quienes proyectaron y ejecutaron unas medidas correctoras, con una inversión de 1,7 millones de euros en conjunto, que quedaron instaladas el 31 de diciembre de 2019, y puestas a punto y en marcha entre febrero y marzo de 2020", recordaron desde el Gobierno vasco.

Además, este mes de noviembre, y tal y como estaba previsto en el plan de acción, se instalará nuevamente un laboratorio móvil para comprobar si las medias de benceno que dieron lugar al inicio del proyecto en 2017 han descendido a valores habituales en entornos urbanos.

En la reunión de ayer, se transmitió a los alcaldes de Durango y Iurreta la disposición a seguir colaborando para tener un exhaustivo control de las emisiones a la atmósfera de las actividades industriales ubicadas en ambos municipios, "con propuestas concretas". Por lo que se acordó seguir colaborando en la regularización de actividades, el registro estandarizado de quejas y se propuso informar en tiempo real a la población de los niveles de emisiones al aire.