La Asociación de Comerciantes de Durangaldea, Dendak Bai, cuenta con 170 asociados. Convencido de que el pequeño comercio “sobrevivirá a esta crisis”, Alex Palacios aboga por mejorar el servicio “sin perder esa esencia de la cercanía, disponibilidad y amabilidad”.

¿Cómo afronta el comercio la vuelta tras el cierre por el coronavirus?

—La verdad es que la vuelta, incluso con las limitaciones existentes, se ha afrontado con mucha ilusión. Al final lo que todos queríamos era volver a abrir nuestras tiendas y volver un poco a la normalidad. Con diferencias entre los sectores por las diferentes medidas que han de tomar por ejemplo el textil o la hostelería, pero todos con la ilusión de poder volver a trabajar.

¿Cómo afectará esta crisis a los comerciantes?

—Evidentemente estos meses cerrados han sido un duro golpe, pero esperemos que afecte también de forma positiva en varios sentidos, me explico. En el sentido de la concienciación del consumidor de que el comercio pequeño es lo que da vida a las ciudades y pueblos. Y en cuanto a los propios comerciantes porque nos ha servido para darle vueltas a nuestros negocios para atender mucho mejor a nuestros clientes, sobre todo en clave tecnológica.

¿Cree que el pequeño comercio va a sobrevivir a esta crisis?

—¡Seguro que sí! En Durango tenemos un tejido comercial fuerte y una oferta variada para casi todo, y con esas mejoras en modo de digitalización y servicio, creo que seguimos teniendo mucho hueco en el mercado. El pequeño comercio siempre se ha ido adaptando a los cambios o las crisis que han ido surgiendo, y de esta también saldremos.

¿Toda esta situación obligará a cambiar la forma de atender al cliente?

—En principio evidentemente sí. Ha supuesto un cambio importante en la forma de atender, todos estos temas de seguridad e higiene son nuevos para todos, tanto comerciantes como clientes. Tenemos que encontrarle las ventajas a esta nueva manera de comprar, pagar y entregar las compras, y ponerlas a nuestro favor. Por ejemplo, en Dendak Bai teníamos un servicio a domicilio en bicicleta eléctrica con el que hemos duplicado los envíos durante la pandemia y ahora continuamos con esas cifras. Estos servicios son los que tenemos que explotar.

¿El covid-19 amenaza la esencia del pequeño comercio?

—Entiendo que ha sido un golpe duro para el sector, pero también nos va a servir para mejorar el servicio, pero sin perder esa esencia de la cercanía, disponibilidad y amabilidad de la que siempre hemos hecho gala. Malo sería que perdiésemos la esencia del pequeño comercio porque eso es lo que nos hace diferentes a las grandes superficies y las plataformas web.

¿Qué necesita el comercio en este momento de pandemia?

—Primero un apoyo de todas las instituciones que poco a poco se va produciendo, aunque echamos en falta unas medidas de fiscalidad justas con los gigantes tecnológicos. No puede ser que compitamos en el mismo mercado, pero con diferentes reglas. Y lo que más necesitamos es estar todos juntos, sin fisuras, para remar todos en la misma dirección, desde consumidores, pasando por comercios y terminando por instituciones.

¿Qué siente cuando algunos comerciantes se ven obligados a cerrar?

—¡Imagínatelo! Te da pena porque tú sabes muy bien lo que han tenido que luchar y lo difícil que es gestionar un comercio y lo triste que es cerrarlo. Desde Dendak Bai intentamos que los comercios ya existentes o los que se decidan a abrir uno, dispongan de todas las ayudas y facilidades para poder llevar ese negocio al éxito.

También vemos emprendedores en tiempos de crisis abriendo sus negocios. ¿Qué les diría a quienes toman esta decisión?

—Animarles a que emprendan y que no tengan miedo a equivocarse, que eso lo hemos hecho todos. Y que tengan la predisposición a cambiar sus ideas originales y a evolucionar al ritmo que evolucionen sus clientes. También que no dejen de formarse en todos los temas relacionados con el comercio, porque a veces pensamos que lo sabemos todo y hay cosas que nos sorprenden.

El plan de reactivación global presentado por el Ayuntamiento de Durango cuenta con ayudas para el pequeño comercio y la hostelería. ¿Cómo lo valora?

—Con el primer borrador, no te voy a engañar, teníamos unas pequeñas discrepancias sobre todo con la partida económica de ayudas directas. Todavía no sabemos la manera en la que se van a repartir esas ayudas, pero vemos que la cantidad presupuestada está más acorde a la importancia del comercio y la hostelería en Durango.

¿Cómo ha vivido estos meses con su negocio cerrado?

—Pues con la preocupación de cuando podríamos volver a trabajar para que ese agujero no fuera haciéndose más grande. Personalmente la verdad es que entre los temas de Dendak Bai, la gestión de la web de Durangozaindu, y dos niños de 3 y 5 años, no he tenido tiempo de aburrirme.

¿Cuándo cree que volverá el comercio local a la normalidad?

—Esperemos que después de las vacaciones con la vuelta de los colegios y los trabajadores a las empresas vuelva todo un poco a la normalidad, aunque todos estamos un poco con la mosca detrás de la oreja de que se pueda producir el famoso rebrote en otoño.

¿Qué mensaje mandaría a todos los comerciantes que viven con la incertidumbre de si sus negocios podrán seguir abiertos?

—Pues el principal es que no están solos, que se acerquen a las asociaciones de comerciantes de sus pueblos y que compartan con el resto de los comercios todos sus miedos, pero también todas sus propuestas e ideas para hacer entre todos un comercio y pueblo mejor.

La última, pida un deseo.

—Que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y, sobre todo, que hagamos todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir.

“Malo sería que perdiésemos la esencia del pequeño comercio porque eso es lo que nos hace diferentes a las grandes superficies”