Las imágenes hablan por sí solas. Después de dos años sin fiestas, ni de disfraces, en pueblos y ciudades la alegría ha vuelto a las calles en el carnaval más deseado. Los vecinos de Deusto dieron color a un barrio que históricamente se ha implicado en estas fiestas. Aunque el desfile se celebra este domingo, a partir de las 12.00 horas, el sábado los rincones del barrio se han teñido de color con un desfile y talleres de los más pequeños, una comida popular de la mano de Tintigorri y una romería para mover el esqueleto. La fiesta no ha hecho más que empezar.