Un grupo de padres y madres se quedaron ayer "descompuestos" cuando al llevar a sus hijos e hijas a la guardería Umetxo de Santutxu se encontraron con las puertas cerradas a cal y canto y sin ninguna comunicación ni información al respecto. Las personas afectadas ya han creado un grupo para ver qué acciones emprenden, pero lo que más les preocupa en estos momentos es cómo remediar el caos que supone en una familia encajar las piezas de la conciliación.

"Cuando llevamos a nuestros hijos e hijas a la guardería es por un problema de conciliación, así que a estas alturas, encontrarnos sin alternativa es un gran problema", resumía ayer una madre que por suerte y muchas gestiones ha conseguido encontrar una plaza en otra guardería para su hijo de 18 meses. Pero no todos han tenido la misma suerte y han podido resolver satisfactoriamente el problema que se les avecina ahora con el curso ya empezado.

La guardería Umetxo se encuentra en el barrio de Santutxu en Bilbao, coincidencias del destino, en la plaza de Haro donde en los momentos más virulentos de la pandemia el contagio del covid en un ascensor extendió el virus en todo el edificio obligando a confinar a todo el bloque.

En la página web de la guardería Umetxo se anunciaba todavía ayer los avanzados servicios que prestaba el año pasado y ofrecía también para este curso. Guardería de noche, por horas, comedor, yoga... de 4 meses a 4 años.

Algunas familias habían sospechado, sin embargo, que pasaba algo poco normal. "Era extraño que no nos hubiera mandado ningún mail de confirmación de inicio de curso. Y la última foto en su página web era del fin de curso agradeciendo a las familias y a los niños y niñas el curso que terminaba".

Por otra parte, hay familias que habían pagado la matrícula por primera vez, otras lo hicieron el pasado año para dos cursos e incluso habían hecho algún pago en concepto de material.

Por eso, la sorpresa ayer fue mayúscula. Enviaron mails a la guardería, que eran rebotados, el teléfono no lo coge nadie y la página en Facebook tampoco funciona. No son los únicos sorprendidos, la empresa de comidas también tuvo que regresar a sus almacenes con los menús que ya había preparado.

Las familias han creado un grupo para emprender alguna acción de manera conjunta, y al parecer también la empresa lo hará. De momento la cuenta de la guardería ha sido bloqueada, señalan.