BilbaoCasco Viejo

Pokémon Go, la película Jungla de Cristal, las yincanas de toda la vida y las diferentes historias del pasado sirvieron al equipo de Street SKP de inspiración para desarrollar en 2018 la primera escape room al aire libre de escape roomBilbao que funciona a través de una app. Un juego con mucha investigación, realidad -y también ficción-, cotilleos, historia y misterio creada para aportar conocimiento y diversión a los jugadores. “Se hizo sobre esta temática porque a mi socio le encanta la historia, aunque no pretendemos insistir mucho en ella, pues el usuario tiene prisa mientras juega, pero lo que sí tenemos es un apartado para que quien lo desee pueda informarse más . Esta app puede ser un medio muy útil para enseñar, y sobre todo es didáctica, fácil y saludable porque es segura con respecto al covid-19”, explica el diseñador gráfico del juego, Mario Larrinaga.

En el botxo hay dos recorridos para elegir. El primero, el más demandado por los jugadores, es el del supuesto secuestro de Doña Casilda en 1835 y las guerras carlistas. En este recorrido no todo es 100% real, reconoce Larrinaga, sino que se suma la ficción e imaginación: “En todo caso indicamos lo que es ficción y lo que no”. Mientras, en el segundo, La Copa Perdida, no hay nada inventado.

Todo comienza realizando la reserva en la web. Se elige el día, la hora, la ciudad y el número de personas que participarán. La plazuela de Santiago es la que dará inicio al juego. Desde ahí el jugador se descarga la aplicación, juega al minijuego, que es una especie de tutorial de 15 minutos, y posteriormente la app le dirigirá a la aventura principal. “Esta te va haciendo preguntas, en el caso del tutorial por ejemplo te pregunta dónde se encuentra la puerta del Ángel. Cada prueba es distinta, hay una que es un bonus y que tienes que responder A, B, C o D... Son preguntas del entorno”, enumera Mario Larrinaga. Una vez responde el cliente a la pregunta, la aplicación lleva al usuario a la siguiente ubicación y para saber cómo dirigirse dispondrá de un mapa que funciona como Google Maps.

Desde Street SKP no solo tienen en cuenta la experiencia de sus clientes, sino las pautas sanitarias del covid-19, ya que se aseguran de que sus jugadores usen la mascarilla, han establecido un máximo de usuarios -cuatro grupos de seis personas cada uno-, se preocupan de que los clientes mantengan la distancia y de su seguridad por las calles de la villa, pues en la aplicación advierten del cuidado que deben llevar sus clientes con los semáforos y las carreteras, entre otros.

El precio está establecido de manera individual, por lo que cada participante deberá pagar 10 euros. “La gente paga por el desarrollo de la app, por la información que recibe, por el trabajo de investigación y corroboración de los datos por la realidad virtual, por el trabajo de la cinemática, del diseño gráfico... Es el trabajo de cuatro personas al fin y al cabo”, subraya el diseñador gráfico. Pero, sobre todo, para él lo más importante es poder vivir la experiencia. “La gente disfruta y nos recomienda, el boca a boca es nuestra mejor publicidad por mucho que intentemos invertir en redes sociales o en Google Apps. Hemos tenido alguna mala crítica porque a algún cliente no le ha gustado la actividad, hay quien prefiere ir a la playa y otros que prefieren el monte. Al final las malas críticas las tienen todos los sitios, pero nos las hemos tomado bien”.

La aplicación móvil también puede ser atractiva, añade, para un ayuntamiento de cara a organizar actividades culturales pero también para un colegio que quiera realizar excursiones educativas en la ciudad: “Tiene muchísima adaptabilidad”.

Street SKP está repartida actualmente en varias ciudades del estado -Bilbao, Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Donostia y Santander- y es una escape room diferente, a la que tres jóvenes bilbainos decidieron aportar un toque de originalidad, pues pensaron que su creación supondría un boom.

Y así fue. Poco a poco el juego ha pasado de tener el primer año alrededor de 500 personas a conseguir más de 1.500 jugadores desde su creación hasta la fecha en Bilbao. “En 2018 no había nada parecido”, expone el diseñador gráfico. Así que su socio, añadió, pensó que no era mala idea la de usar toda la ciudad mientras se pudiera.

Pese a que de momento Street SKP solo está disponible en ocho ciudades estatales sus creadores no se cierran a expandir el juego, ya que tienen en mente sacarlo en 50 ciudades del Estado. “Este fin de semana la hemos sacado en Santander y la próxima será en Málaga”, avanza Mario Larrinaga.

La aplicación móvil plantea dos situaciones diferentes que los jugadores deben resolver, preguntas y capturas virtuales de objetos

El juego ha tenido un gran éxito entre los bilbainos; de los 500 jugadores del primer año a más de 1.500 solo en la capital vizcaina