El Ayuntamiento de Bilbao invertirá este año 700.000 euros en la adecuación de los servicios y el análisis de la estructura y apoyos del puente tendido frente a su fachada y del que toma su denominación. Un proceso de revisión, una especie de ITV “que ya le tocaba” ha indicado a DEIA Asier Abaunza, concejal del Área de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos.La última revisión del conocido puente se efectuó hace seis años y entonces no hizo falta acometer una intervención potente consecuencia del paso de los años -su reconstrucción tras la Guerra Civil data de hace 80 años- y del incesante tráfico rodado que soporta encima. Abaunza especifica que “es una puesta al día y la intervención posterior será de calado o no, en función del resultado que salga tras el examen”. Lo que sí va a aportar como novedad esta inspección de su estructura de hierro es la realización de una modelización del puente “para ver cómo se comporta sobre todo con las vibraciones que generan los vehículos que circulan por encima”, detalla el concejal responsable.

La influencia de los miles de vehículos que cada día superan la ría por este punto es lo que más preocupa a los técnicos municipales. Ya en la anterior revisión de 2015 se analizaron medidas preventivas encaminadas a evitar la degeneración del puente así como algunas correctivas para minimizar las vibraciones que sufre la estructura de hierro de 105 metros de longitud por 20 de ancho. No hay que olvidar que el tablero del viaducto lo componen dos hojas como herencia de su servicio antiguo en que era necesario abrirlo para dar paso a la navegación cuando los muelles del puerto de Bilbao se encontraban aguas arriba. En 1969, cuando el tráfico marítimo fue desterrado del entorno del Teatro Arriaga, las dos partes del tablero fueron selladas pero hoy es el día en que cuando se transita andando por encima se siente cómo palpita el puente al paso de un autobús u otro transporte pesado. Las conclusiones del informe que se licitará próximamente determinarán si a posteriori se acomete alguna otra intervención más en profundidad.

Y también un bidegorri

Lo que aún está por determinar es si el examen técnico del paso coincidirá con las obras que va a llevar a cabo el Área de Movilidad y Sostenibilidad que dirige el concejal Alfonso Gil. El pasado viernes, precisamente, salían a concurso las obras para la ocupación de parte de la calzada del puente y poder así generar un bidegorri que conecte los dos itinerarios que utilizan ahora los ciclistas por el campo de Volantín y en paralelo al paseo de Uribitarte. De esta manera se cerrará un circuito que tendrá el otro paso por encima del cauce al puente de Euskalduna.

Alfonso Gil indica que “es necesaria esta obra para unir los otros dos bidegorris y, aunque hasta ahora no se había abordado este tramo del puente, finalmente se va a ejecutar”. La razón de esta demora en el tiempo de una intervención lógica por otra parte es que va a ser necesario ocupar uno de los cuatro carriles por los que circulan los vehículos, “algo que parece siempre tabú”, indica el también teniente alcalde.

El proyecto en realidad prevé dos bidegorris, uno a cada lado de la calzada del puente, y su conexión con los itinerarios ribereños lo que supondrá que desaparezca uno de los carriles de subida desde el Ayuntamiento y se desplacen ligeramente al centro los dos de bajada. Los trabajos, que incluyen también el tramo carril bici de bajada desde el puente hasta el paseo de Uribitarte y otro bordeando toda la rotonda de la plaza Erkoreka costarán casi 380.000 euros y tiene un plazo de ejecución de cinco meses.

El puente diseñado en su origen por el arquitecto municipal Ricardo Bastida, también formará parte del embellecimiento y puesta en valor estética a través de la luz que va a llevar a cabo el Consistorio este año en cuatro conexiones sobre la ría de la villa. Además del puente del Ayuntamiento también serán distinguidos con nuevas luminarias sus homólogos de El Arenal, La Merced y Ribera. Para ello el Área que dirige Asier Abaunza ha previsto este año invertir 150.000 euros que se sumarán a los 500.000 programados para el ejercicio próximo hasta sumar una partida de 650.000 euros.

El examen de la estructura del hierro del puente se hace necesario por los años que acumula, se reconstruyó en 1941, y por las vibraciones que genera la circulación de vehículos.

Las conclusiones de la ITV determinarán si es necesario acometer otras intervenciones de más calado y se tiene que actuar en la estructura de hierro o en los soportes que la aguantan.

El paso que une la calle Buenos Aires con la plaza Erkoreka albergará este año también un bidegorri, restando un carril al tráfico rodado y será objeto de una renovación de la luminaria decorativa que lo ensalza.

“Queremos ver cómo se comporta con las vibraciones que generan los vehículos que circulan”

Concejal Obras y Planificación Urbana