coronavirussuspender el tradicional mercado de Santo Tomás de Bilbao. "Se ha intentado encontrar otras alternativasninguna ofrecía garantías reales en materia de seguridad Joana Lara y Kepa Agirregoikoa, incondicionales del mercado

Joana Lara, productora de caracoles en Erandio, no oculta su tristeza. "Es parte de nuestra cultura y una cita muy importante no solo en ventas, sino también en el contacto con los clientes. Las ferias como esta son la mejor ventana para nosotros". Y es que no hay nada como el cara a cara para dar a conocer un producto que no resulta tan mayoritario como otros. "El que no conoce los caracoles, si le explicas cómo tiene que prepararlos, se anima más que si los ve en un supermercado". Qué decir de los clientes habituales, esos que se han convertido casi en amigos y con los que se reencuentra cada 21 de diciembre. "Me entristece mucho no poder verles, no poder felicitarles las navidades...", reconoce, tras cuatro años acudiendo a la cita y recibir, hoy hace 365 días, el premio Mujer Baserritarra.

Y eso que, admite, la cancelación de la cita bilbaina se veía venir desde hace meses. "Yo empiezo a vender mi producto en ferias a partir de octubre, en el Último Lunes de Gernika. Aunque todavía éramos novatos en esta pandemia y la esperanza es lo último que se pierde, en verano ya veía muy difícil que se celebrara. Pensaba que igual se podría organizar de otra forma pero según se acercaban las fechas vi que era imposible. Viendo la cancelación de Gernika y que los contagios iban en aumento, lo que menos veía era que se pudiera celebrar Santo Tomás", echa la mirada atrás.

Y es que el carácter festivo de la cita, a la que acuden decenas de miles de personas -la última edición, celebrada además en sábado, superó la barrera de los 100.000 asistentes-, hace imposible establecer las mínimas medidas de seguridad. Pero Joana duda de si se podría haber buscado alguna fórmula alternativa para preservar el mercado en sí. "Pensando en la venta directa, quizá se podía haber hecho de alguna manera, como están haciendo en otros pueblos en los frontones, controlando los aforos. Pero sería un formato totalmente diferente. Tal y como se hace siempre, era imposible", reconoce. "Todo sea", confía, para que el próximo año "podamos volver a reunirnos todos".

Santo Tomás tiene un hueco en su corazón como parte de la cultura vizcaina; como productora, es una fecha marcada en rojo en el calendario. "Además de toda la gente que mueve, al ser un producto enfocado en Navidad es una jornada clave. Un Santo Tomás en abril o en junio, en mi caso no sería viable". Gernika, Zamudio, Leioa y Santo Tomás son las citas más importantes en su agenda, "y todas han sido anuladas. El cliente habitual se busca la vida para encontrar tus productos. Las ferias grandes mueven tanta gente que siempre hay quien igual no iba con la intención de comprar caracoles, pero los ve y se anima. Para mí las ferias son muy importantes". Sí que acude puntualmente al mercado de los sábados en los tinglados de El Arenal -"se ha hecho de maravilla, con todas las medidas"- y otros mercados menores. Pese a que también comercializa en carnicerías y supermercados, la pandemia ha conllevado la necesidad de buscar nuevos canales de venta, como la página web BBK Azoka, de venta directa de productos agrícolas y ganaderos sin intermediarios. "Sobre todo durante el cierre de los municipios, era una opción para los clientes que no podían venir a Bilbao los sábados".

"No es un drama"

Para Kepa Agirregoikoa, de la explotación Errotik de Amorebieta-Etxano, Santo Tomás supone un "escaparate" incomparable para dar a conocer sus quesos y yogures. "Ayuda mucho a mostrar el producto y nuestro trabajo, hablar con el cliente directamente... Hay mucha gente que igual ese día no te compra, pero te ha conocido y te tiene en mente. Siempre vamos", explica.

Y es que, defiende, "en Santo Tomás cada vez se compran menos productos del día a día. Se ha convertido en una jornada de carácter festivo". En cualquier otro mercado habitual, aunque sea de menor tamaño, hacen más caja que esos 21 de diciembre en El Arenal bilbaino. "Mañana por ejemplo -por hoy- iremos a la feria de todos los lunes de Gernika y es en esos mercados pequeños en los que de verdad vendemos". Por ello, reconoce que, aunque triste, la suspensión de la feria "no es una faena grande. Que un día no podamos ir a Bilbao no es un drama". Es más, Kepa asegura que con la pandemia han incrementando sus ventas, sobre todo en el entorno cercano. "La gente sigue consumiendo y las redes de comercialización siguen en marcha. En el confinamiento y con las últimas limitaciones, la gente tenía que comprar en su municipio y nos ha repercutido para bien", afirma.

BBK decidió suspender el tradicional mercado porque las aglomeraciones que provoca "multiplican las posibilidades de contagio"

Los productores reconocen que es una de las citas más importantes, tanto en ventas como por ser un escaparate para darse a conocer

"Quizá en un formato diferente, pensando solo en la venta, quizá se podía haber hecho, pero como se organiza siempre, con toda la gente que mueve un mercado como Santo Tomás, es imposible"

Caracoles Gorbea (Erandio)

"Santo Tomás es un escaparate incomparable para nuestros productos, pero se ha convertido en una cita de carácter más festivo; cada vez se compran en ella menos productos del día a día"

Quesería Errotik (Amorebieta-Etxano)