No han sido uno, sino dos, los gestos de empatía y solidaridad que Patxi Trujillo, propietario del restaurante La Viña de San Francisco, en el centro de Bilbao, ha encontrado por parte de su clientela: el viernes una clienta le pagó todos los cafés que no podrá tomarse en noviembre, y ayer lunes encontró en su local un sobre anónimo con un mensaje y 30 euros, con el mismo fin.

El hostelero bilbaino compartió el viernes en Facebook una publicación agradeciendo la actitud de sus clientes "por ser los mejores, y ayer lunes, bajo la persiana del local, frente a la puerta, se topó con la sorpresa.

"Me encontré con una carta, que decía "Hasta enseguida", con un mensaje en su interior de una supuesta clienta, en el que decía que dejaba 30 euros para los cafés que se tomaría si el bar estuviera abierto en el mes de noviembre", ha relatado Trujillo.

El dueño de La Viña ha asegurado que el gesto, que ha definido como "la bomba", le da energía para continuar con el negocio una vez se levanten las restricciones. "Para seguir y para siempre", ha matizado.

"Después de intentar sobrevivir como se puede, que te encuentres esto el primer día del cierre es un chute de energía increíble. Llevo toda la mañana llorando y ayer fue más emocionante todavía", ha reconocido Trujillo, quien se emociona al trasladarle un mensaje de agradecimiento al misterioso cliente.

"No es el dinero lo que te da la energía -ha dicho, sin poder contener las lágrimas en sus ojos-, es el hecho en sí y la bondad que tiene, y sentirle como de la familia".

Trujillo confía en descubrir la identidad del remitente, aunque cree que se trata de una mujer por la caligrafía de la nota. "Espero que me lo diga algún día", ha bromeado, al tiempo que se ha mostrado "encantado de ponerle cafés toda la vida". Y ha añadido: "Estamos aquí para eso. Me encanta mi trabajo y no lo pienso dejar y más con esta clientela, que sabía que era buena, pero ahora ya lo corroboro".