Bilbao - El Ayuntamiento de Bilbao se ha tomado en serio la puesta en marcha de la nueva estación de autobuses en Basurto. La nueva Termibus por su carácter soterrado tendrá que ser sometida a tres simulacros el próximo mes para poder dar luz verde a su inauguración en los primeros días de octubre. En concreto, se procederá a comprobar el sistema de extracción de aire, las rutas de evacuación de personas y las circulaciones de los autobuses en sus rutas de acceso externas y sus itinerarios internos.

Así lo aseguró a DEIA, el concejal de Obras y Planificación Urbana, Asier Abaunza, que durante las próximas semanas críticas va a estar muy encima de la obra que acomete la sociedad concesionaria Intermodal de Bilbao. El seguimiento del área municipal será al detalle. El propio edil no ha tomado vacaciones después de Aste Nagusia como es habitual en toda la corporación, ya que no quieren que ocurra lo que le pasó al Ayuntamiento de Donostia en enero de 2016 cuando tuvo que suspender de víspera la inauguración de su terminal de Atotxa, también soterrada. Un informe de los bomberos constató que el sistema de evacuación de humos no cumplía los requisitos de seguridad en caso de hacer frente a un incendio grave en la zona de autocares. Aquella carencia retrasó tres semanas la apertura “No queremos pasar por lo mismo”, aseguró a este periódico el edil, que específico que “nos hemos reunido con los técnicos municipales de Donostia para, en base a su experiencia, evitar cualquier contratiempo que pueda surgir”.

El sistema de extracción de humos es clave en el funcionamiento diario de una construcción bajo tierra. Al carecer de salidas naturales de aire, en caso de que ocurra un siniestro que genere humos, las instalaciones tienen que contar con una red de extractores y conducciones que succionen con potencia suficiente las emanaciones tóxicas.

Los especialistas del cuerpo de bomberos de Bilbao serán los que aprueben al sistema llevando a cabo un simulacro de incendio de un autobús, similar a los que efectuó, por ejemplo, la Diputación Foral de Bizkaia en los túneles que constituyen la Variante Sur Metropolitana.

También tendrá lugar otra prueba de evacuación de viajeros de la terminal para comprobar que todos los recorridos habilitados en los diferentes accesos y plantas, con la correspondiente señalización de salidas de emergencia, son realmente operativos.

Finalmente, se está a la espera de acordar con una de las compañías de transporte efectuar los recorridos que tendrán que protagonizar los autobuses a partir de octubre. Se comprobarán gálibos de altura, recorridos en curvas y medidas de dársenas en el interior de las instalaciones. Después se llevarán a cabo los nuevos itinerarios en el exterior así como probar la entrada de los autobuses en giro de 90 grados por el nuevo acceso de la calle Gurtubay y su salida por la boca que se está habilitando en tránsito paralelo a la calle Pérez Galdós.

Apertura con restricciones Además, la entrada en servicio de la terminal soterrada va a estar condicionada por el edificio con fachadas en forma de ‘L’ que se están elevando por encima. Aunque los autobuses estén operativos a partir de octubre bajo tierra, el bloque que albergará un hotel y una residencia de estudiantes continuará creciendo. Por ello, no se podrá abrir a la ciudadanía de forma completa la gran plaza generada entre Luis Briñas y el mencionado edificio. Una parte de ella, limítrofe con el bloque, será acotada para albergar un espacio donde depositar los materiales que permitan culminar la construcción.

La misma razón impedirá abrir uno de los cuatro accesos peatonales que utilizarán los viajeros para llegar a los autobuses, en concreto el que se dispondrá desde la calle Gurtubay hasta las escaleras mecánicas que bajarán a las dársenas.

Con la inauguración se abrirá el acceso principal desde la propia plaza, la conexión bajo superficie con el hall donde se puede tomar Cercanías de Renfe o bajar a Metro Bilbao y una entrada especial ubicada en la esquina de Luis Briñas con Pérez Galdos para utilizar por la noche en caso de estar cerrada la terminal y llegue un autobús.