Bilbao - Ibai Marcos es el benjamín de la promoción, aunque sus 22 años le han dado ya mucho de sí y no llegó ayer bisoño a recoger la placa que le identifica como agente municipal.

Comenta con un aplomo que no denota su edad cómo su formación como policía ha sido larga. “Es que primero entré para integrarme en la Ertzaintza y allí estuve tres meses de aprendizaje pero luego decidí cambiarme para estar en la Policía Municipal de Bilbao porque me gusta más mi ciudad y estar cerca de la gente”, relata.

Pero es que además de su formación académica, el verano pasado ya estuvo trabajando de interino en la capital vizcaina y “me gustó mucho el trabajo, sé que cómo funciona y me parece una muy buena labor”. Mientras a pocos metros su madre le observa orgullosa cómo no le tiembla la voz a la hora de expresarse, Ibai reconoce que lo suyo es vocacional ya que no tiene ningún antecedente en la familia que llevara placa.

Sus pocos años no han sido ningún problema a la hora de integrarse y comenta jocoso que “no sabia que era el más joven de la promoción, y solo me enteré cuando, por la mesa de edad en las elecciones sindicales, tenía que ir como secretario al ser el de menor edad de todos los compañeros”. Sobre sus pretensiones a futuro reconoce que “me gusta investigar pero quiero empezar desde abajo conocer la base, la calle, y luego ya veremos por dónde vamos”. Con el bagaje acumulado el pasado año como agente interino y como bilbaino no duda en decir que “Bilbao es una ciudad segura, vivo aquí y lo sé. Ahora trabajo aquí y no quiero irme”. - A. G. A.