Bilbao - La capital vizcaina afina aún más su labor de reciclaje de residuos. El Ayuntamiento de Bilbao ha sacado a concurso el servicio de recogida puerta a puerta de residuos comerciales de pescado que se generan en pescaderías y supermercados, además de su transporte y depósito hasta una planta de tratamiento final. Una nueva vuelta de tuerca en el tratamiento de los residuos que se generan con los subproductos animales no destinados al consumo humano (Sandach), los cuales están regulados de forma estricta por la Unión Europea.

Son todas esas vísceras, espinas, colas y demás material que se genera cuando los pescateros limpian el pescado que venden en sus mostradores. Ahora todo ese subproducto pasaa engrosar la fracción de residuos denominada resto, que es tratada en la planta mecanico-biológico de Artigas. Sin embargo, el Ayuntamiento quiere sacarle más provecho y evitar que vaya al vertedero, ya que su valorización energética en una incineradora también es muy limitada.

El objeto del contrato que se licita ahora por un plazo de dos años con un coste de unos 90.000 euros es recoger puerta a puerta los restos que generan cada día las pescaderías del barrio, las que se encuentran en mercados municipales, además de las que engrosan la oferta de los supermercados de la capital vizcaina.

Veinte kilos al día Tras hacer números, los técnicos del área municipal de Servicios y Calidad de Vida aconsejaron crear este nuevo servicio. Los estudios acometidos desvelan que los puntos de recogida “se sitúan ampliamente por encima de los sesenta” los cuales generan unos veinte kilos de deshechos de pescado cada día. Eso significa que si multiplicamos por seis días a la semana de venta, cada año se originan unas 374 toneladas de estos desperdicios. Con el actual precio público para el tratamiento de la fracción resto, que es de 97,32 euros por tonelada, suponen casi 36.400 euros al año que el Ayuntamiento dejaría de abonar a Garbiker por el tratamiento de estos residuos en la planta de Artigas. Según el informe del concurso “este importe sufraga ampliamente el tipo de la licitación de este contrato que se pretende y es, además, medio ambientalmente más sostenible”.

Tras su recogida estos residuos tan especiales, que propician un fuerte olor y líquidos sucios si se depositan en los contenedores marrones de materia orgánica, tendrán un destino muy variable. Según recoge la normativa de la UE que aplica a pie juntillas el Ayuntamiento podrán ser aprovechados en plantas de tratamiento destinadas a productos cosméticos o sanitarios, también para medicamentos veterinarios y alimentos para animales de compañía o para otros productos derivados distintos de los anteriores.

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