Bilbao - Los más curiosos asomaban ayer la cabeza por los enormes ventanales del recién abierto NYX Hotel Bilbao, un oasis cosmopolita y vanguardista que irremediablemente llama la atención en uno de los enclaves más tradicionales de la villa. El establecimiento de 109 habitaciones que la cadena israelí Leonardo Hotels inauguró ayer en El Arenal -el octavo que abre en el Estado- pretende saciar la demanda turística de los llamados city lovers, pero también interactuar con la ciudad a través de un gran vestíbulo que invita a la degustación gastronómica. De hecho, la oferta de restauración correrá a cargo del grupo Yandiola, que también gestionará la barra de la privilegiada terraza con la que cuenta este negocio de cuatro estrellas.

“No es un hotel de lujo, pero tampoco pretendemos serlo”, aseguró ayer, durante la inauguración, Shay Raz, director en España de Leonardo Hotels, que con palabras clave como music, art, fashion, hipster, urban, cool, funky busca diferenciar la idiosincrasia de la enseña lifestyle que acaban de implantar en la capital vizcaina. “Hace tres años estrenamos la marca NYX, que significa diosa de la mitología griega y estamos muy orgullosos de estar en el corazón histórico de Bilbao”, indicó Raz sobre el edificio que ocupó durante años Laboral Kutxa y que en décadas pasadas albergó, primero, el Hotel Inglaterra y, después, el Hotel Almirante. Tras año y medio de reformas, el emblemático inmueble vuelve a sus orígenes.

“NYX Hotel Bilbao quiere ser un refugio para los amantes del arte, de la cultura de vanguardia y las nuevas tendencias. Estamos seguros de que va a sorprender”, consideró, por su parte, Anabel Herrera, directora del establecimiento que conserva elementos originales de la estructura, como la fachada y la escalera de acceso a las habitaciones. No faltan los rincones instagrameables -los hoteleros son conscientes de que el cliente es el mejor prescriptor del establecimiento en el que se aloja- en un hotel que cuida la decoración al detalle y que, además, es un escaparate para el arte local. Por ello, cuenta con murales de artistas vascos como Judas Arrieta.

La oferta de ocio contempla sesiones de DJ varias veces por semana para dinamizar un gran vestíbulo abierto a la ciudad. El chef Ricardo Pérez, responsable del grupo Yandiola que gestionará la propuesta gastronómica, aseguró que el gastrobar ubicado en el lobby “va a estar enfocado a la coctelería”. Según detalló, dicha oferta se acompañará de comidas y cenas servidas de manera rápida, “será algo golfo, canalla”. “Queremos conservar la tradición de Bilbao y que los clientes del hotel puedan identificarla”, afirmó sobre el planteamiento del gastrobar, capitaneado por el chef Borja Etxebarria, que estará abierto a finales de mes. Asimismo, detalló que también explotarán una pequeña barra en la terraza panorámica de la azotea, que cuenta con unas vistas privilegiadas, aunque de momento no estará abierta al público en general.

Crecimiento turístico “El nivel de calidad del establecimiento llama a clientes de calidad”, repuso Shay Raz, quien mencionó que pretenden ser un agente más en la atracción de turistas, principalmente de mercados como el holandés, el británico y el alemán. Aunque rehusó hablar del precio del alojamiento, una búsqueda rápida en las principales plataformas de reserva muestra que es posible encontrar habitaciones dobles a partir de 98 euros en julio.

“Queremos aportar nuestro grano a las posibilidades turísticas de la ciudad”, añadió Raz, quien explicó que pusieron su ojo en Bilbao antes de que el número de visitantes comenzara a crecer exponencialmente, hace “cinco o seis años”. De hecho, en comparación con otras ciudades que reciben millones de personas al año, señaló que “no ha habido un boom, sino un crecimiento normal”. Por ello, indicó que la apertura de nuevos hoteles -se anuncia una docena de inauguraciones en los próximos dos años- es positiva. “La ciudad tiene un recorrido positivo. De aquí a que haya masificación quedan años”, matizó Shay Raz.

Se trata de una opinión no compartida por parte algunas asociaciones del Casco Viejo que ayer por la tarde protagonizaron una concentración frente al establecimiento. Bajo la proclama de “¡No más hoteles! Queremos seguir viviendo en nuestros barrios”, se mostraron en contra de la apertura al considerar que la turistificación del barrio obligará a los vecinos a marcharse del Casco Viejo debido al incremento del precio del suelo.