El domingo por la tarde, muchos vecinos y vecinas de Basauri escucharon un fuerte ruido. Se trataba de una detonación controlada que llevaron a cabo artificieros de la Ertzaintza en la zona de Montefuerte. Y es que horas antes, Daniel Martínez, un joven basauritarra encontraba un proyectil "de la Guerra Civil, por la zona de Gaztelu", camino a Montefuerte, comenta. Después de darse cuenta de que efectivamente se trataba de un proyectil "sin explotar, ya que tenía la espoleta en la parte delantera, que es lo que hace que detone", dio el aviso a la Ertzaintza, por lo que una patrulla se desplazó hasta el lugar donde había hallado el proyectil.

Fue entonces cuando se avisó a los artificieros, que acudieron al lugar e hicieron detonar el proyectil en una zona segura. Fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco confirmaron que se trataba de un proyectil semicubierto, que se hizo exposicionar sobre las 16.30 horas, tras el aviso de un particular pasadas las dos de la tarde.

Para nada imaginaba Daniel Martínez que fuera a encontrarse con un hallazgo como ese. El joven de Basauri lleva un tiempo utilizando un detector de metales con el que hasta ahora, "había encontrado algunos casquillos de bala, monedas y algunos objetos de este tipo". Pero el domingo, salió hacia Montefuerte y tras un rato utilizándolo, el detector de metales "empezó a pitar muy fuerte, que es cuando suele encontrare algún pedazo de metal más grande", explica. Fue entonces cuando, "después de sacar algunos trozos de metralla, vimos el proyectil". Martínez detalla que medía "unos sesenta centímetros de largo y por lo que hemos mirado podría tratarse de un proyectil de la Guerra Civil que se lanzaba con un cañón".

Antes de eso, habían encontrado "algún casquillo y una peseta del 44", pero cuando vieron el proyectil "lo primero que hicimos fue llamar a la Ertzaintza porque podía ser peligroso". Martínez supo que estaba sin detonar por "la espoleta que tenía en la parte delantera, y aunque no es tan sencillo que pueda explotar, siempre hay que avisar". Es posible que "estuviera en una antigua trinchera", pues en la zona encontraron también varios "trozos de metralla". Después de dar el aviso, "los artificieros, que decidieron detonarlo".

Tras la explosión, Martínez pudo comprobar que la detonación había dejado un agujero en el suelo, de unos 40 centímetros de hondo, y que dejó marcado un terreno de unos dos metros alrededor de donde se había producido "Estaba algo más apartado de donde lo habíamos encontrado, pero se apreciaba perfectamente". "Fue impactante porque no me imaginaba que pudiera haber algo tan grande y tan cerca de una población", reconoce el basauritarra, en estos momentos, aunque sabe que aún hay muchos restos que dejan constancia de la crudeza de la Guerra Civil.