Jonan Armendariz es una de esas personas cuyos días tienen más de 24 horas. Mientras regresa a su hiperactividad ameniza la cuarentena por coronavirus con bellas serenatas de saxofón dedicadas a "mis supervecinos de Santo Domingo de Guzmán Etxetaldea, Mallona y Barrio De la Cruz. A todos los mungiarras y amistades que cada noche esperan las redes sociales, a todos los que pelean por vivir y a los sanitarios, que les dan la gasolina para hacerlo", anima quien manda un sonoro gracias "al gran saxo Raúl Fernández, de la Banda Municipal de Barakaldo y compañero de la Banda de Areatza, que me ha provisto de un buen arsenal de partituras.

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