UNO de los días más esperados por los vizcainos en verano tiene otro significado para los fieles de que se acercan a las faldas del Gorbea. Mientras muchos preparan sus maletas para emprender las vacaciones, otros se acercan hasta el monte para participar en una de las misas más especiales que se puedan celebrar. El 31 de julio, día de San Ignacio, festivo en Bizkaia y Gipuzkoa, acoge un momento único, una celebración cargada de tradición y sentimiento. En un paraje casi mágico y a 1.119 metros altitud, en la ermita de Nuestra Señora de las Nieves de Igiriñao o Igiña se celebrará la misa a más altura de Bizkaia. Este año, el acto servirá para hermanar a Arratia y Araba, ya que el día 31 cocelebrarán la misa Álvaro Gastón, párroco de Agurain-Salvatierra y vicario episcopal de Pastoral Rural de Araba, junto a Jose Mari Kortazar, párroco de Zeanuri, hermanando los pueblos de ambas vertientes de este monte tan importante para toda Euskal Herria.

Como es habitual, la misa comenzará a las doce del mediodía. Esta pequeña ermita que se encuentra incrustada en la roca, y conocida como la catedral natural del Gorbea acoge cada año esta celebración que como de costumbre, sirve para recordar a los mendizales muertos ese año y a los pastores difuntos. Durante la misa, “los presentes entonarán el himno a la Virgen de la ermita del Gorbeia Andra Mari Igiñakoa y la marcha de San Inazio”, indica Kortazar, párroco de Arratia.

La tradición de hacer la misa de San Ignacio en esta ermita viene de lejos, pero hasta no hace mucho, “se celebraba misa todos los domingos y fiestas de precepto en la época de verano”. Una de las razones era la de poder ofrecer la misa a los pastores que trabajaban en el entorno, y de esta manera, todos los domingos podían acudir a la celebración eclesiástica en Igiriñao.

La ermita

La ermita de Nuestra Señora de las Nieves o Elurretako Ama “es una pequeña edificación en cemento, a modo de bóveda de cañón, empotrada en una ladera rocosa”, explica Kortazar. Mide tres por 2,25 metros y está cerrada por una pequeña verja de hierro en la que se enmarca la puerta. Se trata de un pequeño espacio que junto con el entorno de Gorbea y al estar ubicada dentro de la ladera, en la roca, hace de esta una ermita única.

Tal y como detalla Kortazar, “el cura de Villaro, natural de Zeanuri, Eulogio de Gorostiaga, el año 1924 escribía sobre esta ermita, según nos cuenta Gurutzi Arregi en su monumental Ermitas de Bizkaia”. En el texto, Arregi cuenta sobre “nuestra Señora de la Blanca en Igiñao (Gorbea). Esta (ermita) es reciente; su dedicación se hizo en memoria de otra que hubo en Arraba en tiempos en que funcionó el sanatorio de esta campa”. Esa referencia, según Kortazar, “se refiere a la capilla, no considerada ermita propiamente en Zeanuri, construido a finales del siglo XIX y abandonado en la primera década del siglo pasado”.

Las medidas de la ermita no dejan lugar a duda, tratándose de un espacio muy reducido, con apenas capacidad para dos personas dentro. Por eso, “Don Benito de Atucha, nos recuerda Gurutzi Arregi en su magna obra, el 23 de mayo de 1930 pidió licencia para construir una nueva ermita, con más capacidad para excursionistas y sencillos moradores de aquellas estribaciones”, recuerda Kortazar. Incluso se conservan hasta los planos en el Instituto Labayru, “el permiso y datos del comité propaganda para recaudar fondos, pero se desistió del empeño”.

Para honrar al santo y en una celebración que ya se ha convertido en una fiesta, se darán cita en Igiriñao cientos de montañeros, además de los pastores que pastorean o han pastoreado en la zona. También está invitado todo aquel que quiera disfrutar de la jornada, incluso aprovechando si se ha subido al Gorbea esa mañana, una parada en la ermita es una oportunidad de disfrutar de una misa diferente y especial.

Fiesta y almuerzo

Tras finalizar con la marcha de San Ignacio, himno al santo patrón San Ignacio de Loyola, el Ayuntamiento de Zeanuri ofrecerá el típico barrauskari, un almuerzo revitalizante a base de vino blanco y galletas. Por otra parte, muchas de las personas que se acerquen hasta la ermita lo harán también con víveres y ganas de pasar un día de montaña de lo más animado.

En este sentido, son muchos los que aprovechan la mañana para subir o pasear por el Gorbea y después almorzar allí. “Cientos de montañeros y los pastores se juntan en la festividad de San Ignacio para celebrar la misa y compartir un bocado”, cuenta. Además, los txistularis alegrarán el ambiente un año más a todas las personas que quieran disfrutar de esta celebración. Como dice Kortazar, “habrá misas con más fe o devoción, con más o menos acompañamiento musical, pero en altura ninguna misa de Bizkaia ganará el próximo domingo a la que se celebra en la pequeña ermita de Nuestra Señora de las Nieves o Elurretako Ama”.

Durante la misa también se hará un recuerdo “citando al Papa Francisco en su último mensaje para la próxima Jornada de los Pobres, por lo que se cantarán los bertsos titulados Pobreziak baditu (La pobreza tiene?) sacudiéndonos de la indiferencia y la comodidad ante este problema mundial de la pobreza”, anuncia Kortazar. Y es que “la austeridad de la montaña parece que nos hace más solidarios ante este drama humano”.