Galdakao - Todo comenzó a partir de la afición de unos cuantos amigos. En la actualidad, decenas de personas forman el Galdakaoko Arantzille Kluba, una asociación que fomenta la pesca responsable y que, desde hace unos años, se ha embarcado en la tarea de la recuperación de la presa de Arantzille, de donde tomaron el nombre para su club. Tal y como explican Sergio García y Mikel Fernández, presidente y secretario respectivamente, “el club esta integrado por unos cuarenta socios, de todas las edades, y los menores de 16 años no pagan cuota”. Recuerdan con cariño los comienzos de esta “gran familia” en la que se ha convertido el club. Todo surgió cuando “varios integrantes, que son socios fundadores decidimos ponerlo en marcha porque siempre íbamos juntos a pescar”. Tras un tiempo, “hemos conseguido unir a mucha más gente, que normalmente salía sola a pescar y que gracias al club, ahora han conocido a pescadores con quienes comparten afición”. Así, lo que empezó con algunas excursiones se ha convertido “en una gran familia de pescadores, en la cual hemos encontrado gente con quien hoy nos seguimos juntando, pero además nos hemos conocido”, formando un grupo unido por este deporte, pero que va más allá. Sin duda, uno de los objetivos principales es “poder compartir la afición, ayudarnos entre nosotros y fomentar la pesca entre los más pequeños para no perder esa esencia que muchos hemos vivido en nuestra infancia”.

Para ello, entre otras actividades, el club programa unas cuatro salidas al año, donde “nos juntamos y hacemos jornadas de pesca, repartimos premios y trabamos amistad”. Asimismo, han creado una escuela en la que enseñan “a los más pequeños en la zona de la presa”. Las clases “sirven para que aprendan el arte de la pesca, pero lo más importante es que se diviertan y se lo pasen bien”. Esta parte de la escuela “entra en el programa de la recuperación de la presa para que se vea que se pueden hacer actividades y que no quede abandonada como está ocurriendo”, indican. Y es que esa es la otra pata que sostiene la actividad de Arantzille Kirol Kluba: el impulso de la iniciativa para regenerar esta presa de Galdakao. Desde hace unos años, celebran una jornada en la que “intentamos recuperar todo el merendero con sus instalaciones, además de fomentar también las actividades en este entorno”.

Pero esta es una zona “para todo el pueblo y se pueden llevar a cabo muchas más actuaciones que no tienen nada que ver con el club; nosotros solo luchamos por recuperar estos paisajes”. La labor surge porque “somos varios los que a nivel personal subimos mucho por las presas”. En Galdakao “existen cuatro, de las cuales se pueden recuperar dos”. Pero en estos momentos, “ya no queda nada de los merenderos que cuando eramos pequeños disfrutábamos en familia”. “Lo pasábamos en grande en parajes de riqueza natural y de fauna que se están abandonando y con el paso del tiempo se han ido deteriorando”. Por no mecionar los “residuos que se encuentran, desde motos abandonadas hasta plásticos y botellas”.

Esta jornada ha ido creciendo y “cada vez viene más gente, público infantil y adulto”. Se trata pues, además de esa recogida, de que “no sucedan estas cosas y haya más control, de concienciar tanto a mayores como a los más pequeños de que debemos de cuidar el medio ambiente”. Han pasado “de las ochos personas del primer año, a las más de sesenta que han colaborado en la jornada de este año”.

Señalizar caminos Su idea es seguir luchando por devolver la vida a ese entorno natural, ya que haría falta una recuperación total, “desde cambiar las parrillas, a poner una fuente, fregaderos, baños o señalizar los caminos”. Tal y como aseguran, “la presa atrae a mucha gente que quiere ir a pasear en familia, tiene mucho monte por donde hacer senderismo o moverse en rutas en bici, es un enclave con muchas posibilidades y poco a poco iremos consiguiendo que todo esto se cumpla”.